Ginsberg se define en Barcelona como "homosexual, 'beatnik' y judío"
Allen Ginsberg, uno de los representantes más ilustres de la generación beat norteamericana, llegó ayer a Barcelona, donde mañana protagonizará un recital de poesía en el Instituto de Estudios Norteamericanos. Ginsberg, en rueda de prensa, se reafirmó en los valores beat de los años sesenta, denunció la censura existente en Estados Unidos, se manifestó a favor de la liberización de las drogas y se definió, a sus 67 años, como "judío, intelectual de café, homosexual, norteamericano, beatnik y poeta"Ginsberg, que en la actualidad es catedrático del Instituto Naropa, una especie de universidad budista de Estados Unidos, y que fue nombrado la pasada semana caballero de las letras y las artes del Gobierno francés, puntualizó: "Es cierto que ahora soy miembro del establishment, pero mi poesía ha sido censurada por el establishment".
El autor de Aullido, que prefiere considerarse como "activista mental" antes que activista político, comentó que había cenado el lunes con Václav Havel y que el ex presidente checo lamentó la muerte de Frank Zappa y le había comentado que "la revolución de terciopelo había tenido la clara influencia de la generación beat y de la música de los sesenta".
Ideas válidas
Ginsberg es de la opinión que las ideas beat de los sesenta siguen siendo válidas. "Las propuestas de lo que se llamó generación beat-, afirmó, "fueron: apostar por el candor, por la ecología, por el pensamiento oriental, la revolución sexual y la exploración de la mente por medio de drogas psicodélicas".Tras afirmar que sigue fumando marihuana a menudo y que recientemente probó el éxtasis, señaló Ginsberg que es una hipocresía prohibir las drogas. "Nos dicen que cada año mueren en Estados Unidos de 20.000 a 30.000 personas por culpa de las drogas, pero también mueren 100.000 por culpa del alcohol y más de 400.000 por culpa del tabaco. El problema de la droga es que se plantea con una gran demagogia política, y creo que debería resolverse medicalizando el problema en vez de convertir la droga en un delito".
Aunque en la actualidad Allen Ginsberg prefiere su vertiente de fotógrafo y no publica demasiada poesía, manifestó que, "como poeta, me interesa descubrir la textura de mi conciencia, mostrar lo que pasa por mi mente, tanto si se trata de asuntos sexuales como políticos o familiares". Las tres últimas poesías que ha escrito, añadió, se refieren a la guerra de Bosnia Herzegovina -con la fantasiosa aparición del general madre Teresa de Calcuta, del capitán Juan Pablo II y de un sargento budista-, sobre un joven desnudo y sobre un empresario.
"A la hora de escribir", añadió Ginsberg, "pienso que los temas dominantes en mí deberían ser que estoy envejeciendo, que tengo diabetes, que soy impotente y sobre cómo debería hacer frente a todo esto".
Babelia
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