Caos, marginados, Goytisolo

Juan Goytisolo publicó Paisajes después de una batalla en 1982; cerca de doscientas páginas sobre experiencias anteriores en su barrio de París -Sentier-: de extranjeros perdidos, de metecos, de perseguidos y humillados y ofendidos. Influyó mucho ese barrio en su vida y su literatura, aunque su vocación por los desheredados de la tierra es antigua, y compartida por unas cuantas generaciones que hoy ya no hablan de algo que les parece incómodo. O lo hacen mal. De esas páginas, no fácilmente comprensibles si no es en una lectura total, La Tartana y Takuara extraen unas cuantas y las ilustran, después de.haberles cambiado el nombre: ahora, Paisajes de un paseante. Ignoro la razón por la cual se omite la batalla y por qué la entronización del término paseante, que da una imagen de calma y tranquilidad. En la novela el protagonista no es sólo ambiguo, sino multiguo, y tiene una diversidad que constituye el eje de la narración. Algo queda en las imágenes que se representan mientras se leen algunos fragmentos del texto, y otros añadidos (del mismo autor) para incorporar Sarajevo al caos, y la caída del muro de Berlín, y una acentuación de la maldad intrínseca del comunismo, ilustrada con retratos de algunos de sus principales dirigentes.La pictórica del escenario se compone de metacrilatos y ratones, pirámides, una máquina de escribir que ilustra la presencia del escritor (incluso algún parecido físico y hasta prosódico de un actor), posturas de los actores alusiones biográficas, figurillas metálicas de seres extenuados y paseantes. Sobre ello se dicen los fragmentos, no siempre bien, y sin duda estimulan a la lectura completa de la caótica y gran no vela.