"¡Que no se marche!"

iQue no se marche; pase lo que pase, que no se marche!". Los internacionales españoles tienen una idea muy clara sobre las virtudes de Javier Clemente como seleccionador y consideran como su único defecto su exceso de sinceridad. De una rápida encuesta entre el grupo de futbolistas se desprenden varias opiniones interesantes sobre el técnico y el decisivo partido de hoy. Primera: Clemente es mejor psicólogo que diplomático. Segunda: la palabra fracaso no sería la apropiada para definir una eliminación; llegado el caso, habría que hablar de "objetivo no cumplido", verdadero logro eufemístico. Y tercera: Clemente debe seguir por una sola razón: con él, los jugadores se sienten protegidos, respaldados y animados. El técnico dijo un día que, llegado el momento, los únicos que podrían juzgarle serían sus hombres. Conluida la causa, el veredicto fue sólo uno: inocente.Para Alkorta, lo mejor de Clemente es "como habla, como defiende sus ideas". Hierro, muy enamorado del rubio, asegura que en él "todo son virtudes", mientras que Estebaranz, algo menos entregado, opina que su gran virtud es "la franqueza". Giner destaca "la confianza que nos da a todos" y Voro elogia "su personalidad". Guardiola, muy criticado últimamente por Johan Cruyff, confiesa que lo que le atrajo desde el principio del seleccionador fue "su capacidad de comunicación". A su lado, Giner alabó "la confianza que da a los jugadores" y Caminero, "el buen trato" que les dispensa.

Los defectos

Fácil, demasiado fácil. Los problemas llegaron a la hora de escoger un defecto. "Si te lo digo no me llama más", comentó con buen humor Kiko. Arrepentido, el delantero del Atlético de Madrid se lanzó al vacío sin perder la gracia: "Su principal defecto es que es muy bajito. Lo demás, todo lo tiene en su sitio". Guardiola tampoco se atrevió en un principio -%y si se mosquea y pasa de mí en el futuro"?-, pero después de pensárselo un par de segundos decidió coger el toro por los cuernos: "No tiene ningún defecto". En otro ejercicio de valor, Voro repitió el elogio -"ninguno, no tiene ninguno"-, mientras que Luis Enrique asoció el pecado con la virtud y consideró el primero una exceso del segundo: "Lo mejor es que tiene una gran personalidad. Y lo peor, que tiene demasiada personalidad".

Para los internacionales, Clemente peca de sincero. "En mi opinión, debería prestar menos atención a lo que dicen muchos medios de comunicación. Clemente no tiene que demostrar nada a nadie y su trabajo con la selección es positivo. Este equipo ha ido de menos a más y la gente ha vuelto a ilusionarse. Eso es un hecho que está ahí, no una opinión. Sólo hay que ver cómo está Sevilla", apuntó Luis Enrique.

Camarasa cree que lo que para cualquiera es una virtud, en Clemente se convierte en defecto, por los muchos conflictos que le crea: "Muchos otros se callan su opinión sobre las cosas y nadie les critica. Clemente dice lo que piensa siempre, sin importarle quien sea. Muchos creen que es un mal seleccionador, pero yo creo que debe seguir".

Ninguno de los convocados quiere oír mentar la palabra fracaso. "Fracaso sería haber llegado a este partido sin la esperanza de estar en el Mundial. Si perdemos, hablaremos de objetivo no cumplido, pero jamás de fracaso. Si llega ese momento, no veo la razón por la que Clemente tendría que irse", apuntó Alkorta. "Perder sería una gran desilusión, pero nunca un fracaso", añadió Giner. "La decepción sería inmensa, pero fracaso es una palabra demasiado fuerte. La gente ha trabajado y Clemente ha soportado mucha presión. Si tuviera que destacar una virtud de él sería la de psicológo. Pocos como él saben animar a un jugador", afirmó Guardiola.