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Un juez de Palma manda destruir los cuadros falsos de la colección More

La treintena de pinturas atribuidas a grandes autores contemporáneos de la denominada colección Moré, alquilada en 1990 al Ayuntamiento de Palma de Mallorca para ser expuesta en un centro cultural, deberán ser destruidas porque son falsas, y su propietario, el pintor Francisco Moreno, de Elche, ha sido condenado a un año de prisión menor por un delito de estafa y a pagar una indemnización de siete millones de pesetas a la institución local mallorquina.La sentencia del magistrado Juan Pedro Quintana, del Juzgado de lo Penal número 2 de Palma de Mallorca, absuelve al coleccionista de delito contra la propiedad intelectual y no recoge la indemnización solicitada por los herederos del pintor Joan Miró. Moreno afirmó durante la vista que creía que las obras eran auténticas y reconoció que había adquirido a precios irrisorios la mayoría de las piezas supuestamente mejores en baratillos y mercados al aire libre de diferentes capitales españolas y del resto de Europa.

Las falsas obras de Karl Appel, Benlliure, Bores, Braque, Chagall (6), Domènech, Kokoscha, Joaquim Mir, Motherwell, Palencia, Picasso (3), Pinzao, Poliakoff, Schwitters, De Stael, Tàpies, Van Gogh, Vassarely y Zurbarán fueron expuestas con toda normalidad durante tres semanas, en las Navidades de 1990, en el Palau Solleric, denominado Centro de Exposiciones y Documentación del Arte Contemporáneo. Su director, Ramón Sánchez Cuenca, contrató por siete millones la exposición tras haber visto en Elche la colección, integrada por más de 200 pinturas, que había sido exhibida con anterioridad en la Caja de Ahorros del Mediterráneo de Elche. El responsable del Solleric manifestó que no es experto en arte, pero sí aficionado.

El juez indica que el coleccionista conocía que las obras más significativas no eran auténticas y que "obró con un evidente ánimo de lucro". La falsedad se apoya en el informe pericial de María José Salazar, conservadora del Reina Sofía, y en el hecho de que Francisco Moreno jamás se molestó en intentar lograr certificados de autenticidad.

Pese a algunas dudas expresadas durante el proceso, en el juicio no se atribuyó a Moré la autoría de las falsificaciones y únicamente se aludió a un informe técnico acerca de la similitud de los trazos de sus propias obras y otras falsas. El magistrado especifica que son "una serie de falsificaciones de autoría desconocida". Serán destruidos "por tratarse de instrumentos con los que se ha ejecutado el delito de estafa y de ilícito comercio".

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