Botero instalará sus esculturas gigantes en el centro de Madrid
El escultor colombiano Fernando Botero instalará entre 20 y 24 de sus esculturas gigantes en el Paseo de Recoletos -entre Cibeles y Colón- el próximo mes de mayo, al igual que ha hecho anteriormente en París y Nueva York. Esta iniciativa patrocinada por Caja de Madrid llena de entusiasmo al artista quien ha afirmado que "la instalación de Madrid será la mejor".Fernando Botero explicó que visitó recientemente la capital de España para decidir cuál sería el mejor emplazamiento para sus monumentales esculturas. En octubre del año pasado colocó 31 de sus gigantes de bronce en los Campos Elíseos y desde el pasado mes de septiembre ha repartido 14 de sus voluminosas figuras por el centro de Manhattan. "Visitamos la Plaza Mayor y el Retiro, pero decidí que el tramo de Recoletos, entre Cibeles y Colón sería el mejor lugar", afirmó.
"Es un sitio muy visible, muy bello y donde mis esculturas pueden respirar y ser vistas. La experiencia que he tenido con las exposiciones de París y Nueva York ha sido muy distinta, pero en los dos casos muy positiva. El único incidente en París fue el robo de los bigotes del gato, pero creo que fue más por fetichismo que por deseo de hacer daño. En Nueva York nadie ha pintado un solo grafiti en mis esculturas, y eso es una muestra de comunicación y respeto".
Botero, gran aficionado a los toros, ha calculado que la exposición coincida con el inicio de la Feria de San Isidro. "De esa manera podré asistir a toda la feria", dijo con satisfacción.
Las esculturas se encuentran todavía instaladas en Nueva York. Algunas de ellas viajarán a España pero otras vendrán de Italia, de los talleres de fundición de Pietrasanta, donde el artista tiene también uno de sus estudios. Las piezas tienen el característico estilo de Botero. Son orondas figuras humanas y de animales que parecen a punto de estallar. Si en sus primeras épocas esta forma de retratar a una sociedad opulenta tenía un sentido irónico, ahora las obras parecen aludir a un estado enormemente placentero y feliz.
Las estatuas que ha venido exhibiendo al aire libre pesan entre los 800 kilos y las cuatro toneladas. Pese a su volumen intentan no ser agresivas con el entorno e invitar a los viandantes a una forma particular de relacionarse con el arte.
Babelia
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