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Clausurado un laboratorio alemán por vender plasma sin análisis de sida

La sangre ha sido distribuida entre 55 hospitales

El pánico empieza a apoderarse de los pacientes alemanes que deben ser sometidos a transfusiones de sangre. El jueves fueron detenidos el gerente y uno de los empleados de la empresa UB Plasma Labor SL, de Coblenza, -que ha sido clausurada- acusados de haber realizado las pruebas del sida sólo en 2.500 de 7.000 donaciones de sangre, cuyo plasma fue distribuido en 54 hospitales alemanes y uno austríaco.

El escándalo de la sangre su puestamente contaminada por el virus del sida ha provocado que el número de operaciones quirúrjicas haya descendido radicalmente en Alemania. A pesar de todo, no se ha detectado por ahora ningún caso de contagio por Labor. La fiscalía de Coblenza ordenó un registro de las dependencias de la empresa y la clausuró posteriormente por viola ción de las leyes de fabricación de productos farmaceúticos. El fiscal, Norbert Weise, alimentó aún más el fuego de la duda que se ha apoderado de la so ciedad alemana y que tiene paralizados a numerosos hospitales donde los pacientes se niegan a recibir transfusiones, indicando que la cantidad de plasma contaminada puede ser mucho mayor que la contenida en esas 7.000 dosis.

Responsables de la Cruz Roja hablan ya de "pánico" entre los pacientes.

El escándalo se descubrió cuando una empleada de la empresa denunció las irregularidades. Después, dos hospitales de Baviera descubrieron que la sangré que les llegaba de la empresa de Coblenza estaba contaminada. Se sospecha que los encargados de efectuar las pruebas del sida de la empresa Labor, para ahorrar tiempo, efectuaban lo que se conoce como un atajo, mezclando la sangre procedente de diferentes donantes antes de comprobar que no estaba infectada. Este método reduce considerablemente la posibilidad de detectar los anticuerpos.

Errores y negligencia

El hecho de que la empresa de Coblenza distribuyera, a su vez, el plasma ' a otros laboratorios, hace más dificil la localización del mismo. La policía registró ayer los locales de una de estas compañías en Múnich que había distribuido plasma infectado a un hospital de Passau. En el land de Hessen, el ministro de Sanidad anunció que se habían descubierto irregularidades en la empresa de distribución de sangre Biotest, concretamente una partida de 350 botellas de plasma, parte de las cuales habrían sido vendidas en Grecia y Arabia Saudita. Sin embargo, las pruebas efectuadas en dos pacientes que recibieron transfusiones de la citada sangre han sido negativas. Los hospitales afectados han anunciado que harán pruebas del sida a todos los pacientes a quienes se les suministró la sangre dudosa.El escándalo llega poco después de que se descubriera que las autoridades sanitarias habían ocultado la existencia de 373 casos de sida, la mayoría hemofílicos, que resultaron infectados en 1985, poco después de que las pruebas fueran obligatorias. El ministro de Sanidad desmanteló hace poco el Bundesgesundheitamt, la oficina que ocultó las pruebas. Ayer, la coalición gubernamental y la oposición socialdemócrata acordaron crear un comité parlamentario que investigue el caso. El centro de sida de la BGA, según el ministerio de Sanidad, tenía datos de las irregularidades de la empresa de Coblenza desde 1991.

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