Israel y Jordania pactan un calendario que abre la vía a la reconciliación

A favor de la corriente originada por el histórico apretón de manos entre Isaac Rabin y Yasir Arafat, Jordania siguió ayer el ejemplo de los palestinos para firmar un acuerdo con Israel que establece las bases para la paz entre los dos países. El acuerdo no tiene la envergadura del que fue ratificado el lunes, pues se trata de una agenda para futuras conversaciones, pero supone también un signo inequívoco de reconciliación entre las dos orillas del río Jordán.

El compromiso fue firmado en el Departamento de Estado por los jefes de la delegación israelí, Eyaki Rubinstein, y jordana, Fayez Tarawneh, en las conversaciones de paz que se siguen celebrando en Washington, y ante la presencia del secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher. El acuerdo plantea los problemas territoriales, de seguridad y de refugiados que tienen que ser discutidos antes de que el Gobierno jordano reconozca oficialmente al Estado de Israel.Esa agenda marca los pasos que se deben dar para la consecución de una paz justa en el marco dé las resoluciones 242 y 338 de las Naciones Unidas, que exige la devolución de los territorios ocupados a cambio de garantías de seguridad para Israel. Jordania, el gran derrotado en la guerra de 1967, es el país árabe con mayor frontera con Israel, algo más de 600 kilómetros.

El acuerdo establece también la necesidad de cooperación entre Jordania e Israel para resolver las diferencias sobre las aguas limítrofes, la energía, el trabajo, la salud y la educación, entre otros.

Fin de las hostilidades

Aunque este compromiso no significa inmediatamente la paz entre Jordania e Israel, sí es, en opinión de los firmantes, el inicio de un proceso que debe culminar forzosamente en el reconocimiento de Israel y el fin de las hostilidades entre los dos países. "Hoy estamos dando un paso importante hacia la paz. Creemos que esta agenda servirá también para impulsar otras negociaciones", dijo Warren Christopher.

El jefe de la delegación jordana expresó también su esperanza de que este sea "el primer paso hacia la paz total", mientras que el representante israelí, que participó en la ceremonia tocado con la clásica kipá judía, destacó que el acuerdo alcanzado en la capital estadounidense "resume los principios que guiarán" las futuras negociaciones.

Los partidos políticos jordanos, sin embargo, no mostraron un apoyo unánime al acercamiento a Israel. El influyente Frente de Acción Islámica y otras formaciones de izquierda condenaron el acuerdo entre la OLP e Israel. Los principales partidos nacionalistas, por su parte, celebraron la consecución del pacto sobre Gaza y Jericó.

Entre los puntos principales del compromiso destacan los siguientes:

- Búsqueda de un estado de paz conforme a las resoluciones 242 y 338.

- Cese de toda actividad que pueda afectar a la seguridad del otro. Esto incluye la renuncia al uso de cualquier arma, convencional o no convencional, de destrucción masiva.

- Colaboración para declarar en el futuro a Oriente Próximo como región libre de armas de destrucción masiva.

- Garantías sobre el derecho de los dos países a compartir las aguas limítrofes.

- Solucionar los problemas de los refugiados. Este, que es uno de los puntos más difíciles del acuerdo, está referido a los 1,5 millones de palestinos que viven actualmente en Jordania y que podrían solicitar el regreso a sus hogares en Cisjordania. Este es un tema capital para Jordania, cuya economía se ve seriamente afectada por esa emigración.