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Hassan II recibe a Isaac Rabin para preparar el reconocimiento mutuo entre Israel y Marruecos

Marruecos se dispone a ser el primer país del Magreb en reconocer al Gobierno de Israel, tras la firma en Washington de los acuerdos de paz entre la Organización para la Liberación Palestina (OLP) y el gobierno israelí. La noticia, no confirmada oficialmente, se da por hecha en círculos políticos de Rabat y de Jerusalén, sobre todo después de la entrevista que el primer ministro israelí. Isaac Rabin y el rey Hassan II celebraron ayer durante más de una hora en el palacio de Skirat, a unos 20 kilómetros de Rabat, donde el avión de la delegación israelí hizo una escala en su vuelo de regreso de EE UU.

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"Hemos venido a dar las gracias a Marruecos por los esfuerzos que ha venido desplegando para acercar las comunidades judías y árabes", aseguró Isaac Rabin en el aeropuerto de Rabat a primera hora de la mañana de ayer, pocos minutos después de que aterrizara el avión. Al pie de la escalerilla le esperaba el primer ministro marroquí, Karim Lam-. rani; el ministro del Interior, Driss Basri, y el de Exteriores, Abdelatif Filali.Al mediodía Isaac Rabin se entrevistó con el rey Hassan II de Marruecos en el Palacio Real de Skirat. La reunión duró cerca de una hora y a la misma asistieron diversos ministros marroquíes así como miembros del séquito del jefe de Gobierno de Tel Aviv, como su ministro de Exteriores, Simón Peres. Por la tarde la comitiva se desplazó a Casablanca, donde visitaron la Gran Mezquita de Hassan II, firmaron en el libro de honor y visitaron la sinagoga de Beit.

El primer ministro israelí aseguró ayer por la noche, antes de partir hacia Tel Aviv, que el problema del reconocimiento era una cuestión personal del rey Hassan II y añadió que debía de hacerse de manera gradual, solucionando al mismo tiempo los problemas económicos de la región. Eludió dar explicaciones con respecto al reconocimiento mutuo y recalcó una vez más que se trataba de una visita de agradecimiento.

"Marruecos ha sido pionero de la gran marcha que culminó con los acuerdos de Camp David y continuó ayer", prosiguió el primer ministro hebreo. Hizo además una referencia clara a las múltiples entrevistas secretas que el rey Hassan Il ha venido manteniendo desde 1976 con diferentes autoridades israelíes, en un intento de acercar a las dos comunidades. En algunos casos, estos acercamientos conmocionaron al mundo árabe y desencadenaron las críticas de los sectores más radicales y opuestos a un diálogo con los judíos.

Rabin añadió que las gestiones del soberano para acercar las dos comunidades han continuado en los últimos tiempos, y reconoció sin ambigüedades que, gracias a los consejos que el rey Hassan II había dado al líder de la OLP Yasir Arafat y a las propias autoridades israelíes, se había podido firmar en Washington el tratado de paz.

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Colaboradores hebreos

Pero la visita de Rabin, la actitud del Gobierno de Rabat y en especial del monarca alauita han desencadenado los rumores de un inminente reconocimiento mutuo. La política del soberano en este sentido es clara. Hassan II viene impulsando desde hace años el acercamiento y el diálogo entre árabes y judíos. No en vano la sociedad hebrea que vive en Marruecos es numéricamente la más importante del mundo árabe y constituye un círculo muy influyente en la política y en la economía del reino. Pero además el soberano ha tenido especial cuidado en colocar en su entorno personal a colaboradores que representan a esta comunidad.

Pero los vínculos de Hassan II con la comunidad judía no le han impedido ser al mismo tiempo uno de los más firmes defensores de la causa palestina. El soberano marroquí preside el Comité para la liberación de Al Quods y es un amigo personal del líder de la OLP, Yasir Arafat.

Como consecuencia de estas relaciones los observadores políticos no se sorprendieron hace tres semanas, en vísperas de la firma de los acuerdos de paz, cuando Yasir Arafat visitó al rey Hassan II, en Casablanca, la capital judía de la nación alauita, donde se encontraba el soberano tras la inaguración de la Gran Mezquita. A estos analistas tampoco les extrañó la decisión del rey, cuando días más tarde puso su avión personal a disposición del líder palestino para que se pudiera desplazarse con todo su séquito desde Túnez a los Estados Unidos, para asistir a la ceremonia de la firma de los acuerdos de paz entre Israel y la OLP.

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