Miguel Poveda, una nueva revelación del cante
En el Concurso Nacional del Cante de las Minas que acaba de celebrarse en La Unión (Murcia), causó asombro un joven cantaor de 20 años, llamado Miguel Poveda León. Ganó cuatro premios mayores: mineras, cartageneras, malagueñas y soleares. Es decir, el gran trofeo Lámpara Minera y un total de 1.175.000 pesetas.Raramente un joven desconocido había realizado hazaña semejante. Se recuerda sólo el caso de Fosforito, quien en el primer Concurso de Córdoba (1956) se llevó todos los grandes premios y saltó a la fama. Hijo de un murciano de Lorca y de una manchega de Puertollano, Miguel Poveda nació y ha, pasado su corta vida en Badalona. No hay antecedentes cantaores en su familia, "pero en mi casa mi madre ponía bastante cante flamenco y supongo que será de eso, de tanto escucharlo".
¿Cómo empezó a formarse, entonces, un cantaor tan serio como Miguel Poveda? "Un primo mío sí que tocaba la guitarra, pero tocaba rumba y esas cosas. Entonces así en las fiestas familiares, en las bodas y eso pues cantaba yo, pero cantaba esas cosas, rumbitas y... Y decían, pues este niño canta bien y esas cosas, ¿no? Y luego ya me interesé más por los discos de flamenco y yo tenía la ilusión de llegar algún día a poder cantar flamenco...
Desde 1988 Miguel Poveda está haciendo sus incursiones profesionales en el cante. Trabaja ya bastante, sin embargo, pues tiene una hermana bailaora a la que le canta. Confiesa que sólo ahora, cuando acaba de ocurrirle lo de La Unión, tiene conciencia de que puede ser un cantaor. "Pero no tenía ninguna intención de venir, ni tenía ganas siquiera... Bueno, lo que tenía es mucho miedo, pensaba que era demasiado pronto para venir", afirma.
Los antiguos
Dice Miguel Poveda que se fija más en los cantaores antiguos que en los modernos: Mairena, Borrico, Terremoto, Carbonerillo, Torre... Para este joven Miguel Poveda el duende es fundamental en el cante; él lo entiende como algo que se lleva en el estómago y que al cantar pellizca a la gente; cuando él se siente enduendado es consciente porque el público se lo transmite. ¿En La Unión? "Aquí sí, aquí me ha acompañado el duende, aquí sí; pero también me han acompañado mucho el miedo y los nervios".Sorprendentemente no se siente heredero de Camarón. "Camarón es Camarón y ya no puede ahí meterse nadie". No es, desde luego, cantaor camaronero. De los actuales, no le interesan muchos: Mercé, Chano Lobato, Morente... El cante es lo que aparece más estancado en el flamenco actual: ¿Vendrá Miguel Poveda a traer un aire de refresco? "No sé, no lo sé. Porque es que aparte tampoco los flamencólogos te dejan tener un estilo muy personal. Si intentas dar algo nuevo, está mal, y si te estancas y haces lo de siempre, también está mal. Entonces tienes que hacer una cosa intermedia, y es dificil, es difícil...".
Pese a lo cual, él cuando ensaya con su guitarrista experimenta cosas distintas que a los dos les gustan, aunque por ahora no se atreven a ponerlas. En cual quier caso, Miguel Poveda acaba de ganar, además de ese montón de premios en La Unión, un amplio margen de confianza para el en futuro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.