El Gobierno renuncia a congelar los salarios el próximo año y sugiere una subida del 2,5%

El Gobierno sorprendió ayer a patronal y sindicatos al presentarles una propuesta que sustituye su objetivo inicial de congelar los salarios para el año que viene por una subida moderada del 2,5% en 1994 y medio punto por debajo dé la inflación en los años siguientes. El secretario de Estado de Economía, Alfredo Pastor, afirmó que este plan permitirá también reducir en seis puntos el poder adquisitivo de los salarios. El giro en los planteamientos del pacto social fue bien recibido por los sindicatos.

Comisiones Obreras y UG,T defendieron la necesidad de lograr la "moderación salarial sostenida". La patronal CEOE fue más cauta y prefirió no pronunciarse sobre la propuesta de rentas, aunque puso en duda que con las previsiones del Gobierno se pueda crear empleo. La propuesta del Ejecutivo significa un cambio sustancial sobre los planteamientos iniciales, en los que se contemplaba un aumento salarial cero en 1994 y medio punto por debajo de la inflación prevista en 1995. La congelación salarial para los funcionarios sigue estando entre los objetivos del Ejecutivo. En relación con el control sobre los beneficios empresariales, sugiere aumentar la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas y destinar una parte de los excedentes a crear fondos que permitan mejorar la competitividad de las compañias.Las proyecciones macroeconómicas presentadas ayer varían en función de que haya o no acuerdo de rentas en el pacto social y de que el déficit público oscile entre un 5,1 % y un 7,41/o. En función de esos datos, en 1994 la inflación estaría entre el 3% y el 5%, el paro seguiría aumentando entre 166.000 y 200.000 personas y el PIB crecería entre el 1,5% y el 1,7%. El Gobierno espera que la economía caiga un 0,6% este año. Las proyecciones presentadas por Pastor prevén un crecimiento del 1,7% en 1994, del 2% en 1995 y 1996 y del 2,5% en 1997 si se cerrara el acuerdo salarial. El dato más negativo es el del paro, que en el mejor de los casos alcanzaría los 3.650.000 personas, y en el peor, casi 3,7 millones en 1994.

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