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Reportaje:

Diluvio de estrellas

La próxima noche de San Lorenzo, del jueves al viernes, será muy espectacular debido al reciente paso del cometa Swift-Tuttle por el centro del sistema-solar

Los astrónomos anuncian un gran espectáculo en el cielo para la noche del próximo día 12: una lluvia, tal vez torrencial, de estrellas fugaces. La peculiar intensidad de meteoros, hasta 500 por hora, que esperan los astrónomos se debe al reciente paso del cometa Swift-Tuttle por la región central del sistema solar. Europa occidental puede gozar ,este año de una posición privilegiada para presenciar el espectáculo, cuando la Tierra atraviese el cinturón de particulas cometarias que se ven como estrellas fugaces.Ni telescopio, ni prismáticos. El fenómeno celeste más llamativo se verá a simple vista la noche del 12 al 13 de agosto. Bastará con elegir un buen lugar de observación alejado de la contaminación lumínica de las poblaciones y mirar hacia el Noreste, hacia la constelación de Perseo, cerca de la gran W de Casiopea. La Luna, en cuarto menguante, molestará a partir de medianoche para una observación óptima del fenómeno, pero la densidad de meteoros esperada compensará este inconveniente.

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Si durante una noche despejada, un observador atento puede ver, en condiciones óptimas, de cinco a diez estrellas fugaces por hora, en algunos periodos del año, cuando la Tierra atraviesa -cinturones de partículas desprendidas de los cometas, la densidad de meteoros aumenta hasta varias decenas. A esto se debe, por ejemplo, la lluvia de perseidas (meteoros en la constelación de Perseo), que se observan todos los años a mediados de agosto, cuando el planeta cruza la órbita de Swift-Tuttle.

Del fenómeno se tiene constancia desde el año 36 de nuestra era, cuando un astrónomo chino lo registró. Normalmente, la lluvia de perseidas es de unas 50 por hora, pero este año los astrónomos esperan que la lluvia se convierta en una auténtica tormenta, llegando alas 500 por hora.

Motas de polvo

Las estrellas fugaces son las trazas incandescentes que dejan minúsculos granos de polvo cometario al chocar, a 60 kilómetros por hora, contra las capas superiores de la atmósfera terrestre, a unos 100 kilómetros de altura. "Son casi todo silicatos", explica Mark Kidger, un astrónomo especializado en el tema, del Instituto Astrofísico de Canarias,

"Un meteoro normal está producido por un grano de polvo tan pequeño que habría que verlo con una lupa; un grano de arena provocaría un meteoro bastante brillante", continúa. Algunos fragmentos pueden medir dos o tres centímetros de diámetro, y crean estrellas fugaces muy brillantes.

Esas partículas están concentradas en las órbitas recorridas por los cometas. Cuando la Tierra atraviesa uno de esos pasillos de restos cometarios pulverizados, la cantidad de impactos aumenta enormemente. Algo así debió suceder en agosto del año 258, cuando fue sacrificado San Lorenzo. De ahí viene el nombre de lágrimas de San Lorenzo que se da a las perseidas.

La última vez que se registró una lluvia tan intensa de estrellas fugaces en estas fechas fue en 1862, durante la anterior visita de Swift-Tuttle a las proximidades de la Tierra .En aquella ocasión se observó un incremento de estrellas fugaces los años anterior y posterior al paso del cometa ."Ahora se ha producido el mismo fenómeno:en 1991 se vió muy bien una lluvia especialmente inetsa de estrellas fugaces desde Hawaii en Japón; en 1992, deds regiones asiáticas mñas al oeste , y este año, si hay una frecuencia alta de meteoros , el oeste de Europa está en posición óptima para verlo ", dice Kidger .

Todo depende de la posición de entrada de la Tierra , y de su rotación en el cinturón de partículas cometarias del Swifttuttle, que el año pasado hizo acto de presencia por el centro del sistema solar. La zona que entra de cara en ese cinturón disfruta de una posición privilegiada para observar la lluvia de estrellas. Y si el planeta cruzase una nube de materia recientemente desprendida del cometa y, por lo tanto, no dispersada, habría una auténtica tormenta de meteoros.

Swift-Tuttle es un cometa pequeño y mucho más activo que el célebre Halley, por lo que su paso el año pasado por las proximidades de la Tierra fue seguido con espectación por los astrónomos. Tiene actualmente un período de 135 años (el tiempo que tarda en recorrer toda su órbita).

Los astrónomos profesionales y aficionados estarán esa noche muy pendientes de la lluvia de estrellas. "La información que logremos es importante para los científicos porque todavía hay cosas que no se entienden completamente en la relación entre cometas y meteoros" dice Kidger.

El astrónomo señala, además, que la observación detallada de las perseidas este año puede ayudarles a predecir con mayor precisión la tormenta de meteoros que esperan para 1999, cuando el cometa Tempel-Tuttle (con período de 33 años) pase cerca de la Tierra. "En el paso anterior de este cometa, en 1966, la intensidad de la lluvia de meteoros llegó a 40 por segundo", explica.

Los astrónomos aficionados de todo el mundo se han organizado a la espera de la noche de San lorenzo este año. "La organización mundial de meteoros se ha centralizado en Francia para esta ocasión" informa Luis R. Bellot, presidente de la Sociedad de Observadores Españoles de Meteoros y Cometas, que ha organizado una red por todo el país para hacer un seguimiento intenso del fenómeno.

Una recomendación final de Kidger para la noche del 12: "Disfrutar del espectáculo y, de vaso, aficionarse a mirar el cielo ".

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