¡Alarma, viene Polianichko!
Victor Polianichko era un personaje muy conocido en Kabul. Su figura maciza, coronada por un rostro de boxeador y flanqueada por guardaespaldas armados y comparativamente enclencles, acompañó primero al líder Babrak Karmal y luego a Nayibulá entre 1985 y 1988.Le había mandado a Kabul el Comité Central del PCUS para que aconsejara a los amigos afganos. Y Polianichko, un profesional del aparato del partido comunista, se movía en Afganistán como pez en el agua.
Más adelante, Polianichko emergió en el Cáucaso como segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Azerbaiyán. A su paso por Bakú está ligada la sangrienta' operación de las tropas soviéticas en enero de 1990. La siguiente misión de Pohanichko, también en Azerbaiyán, fue sustituir a Arkadi Volski como jefe de la administración del enclave de mayoría armenia del Alto Karabaj. En la primavera de 1991, estando Políanichko en este cargo, se realizó la Operación Anillo, una limpieza étnica mediante la cual se diezmaron aldeas armenias en las zonas periféricas del Alto Karabaj.
Tras el intento de golpe de Estado de 1991, Polianichko desapareció de la luz pública para trabajar con el jefe del contraespionaje ruso, Evgueni Primakov, hasta principios de este mes, cuando asumió una función a tono con los nuevos tiempos: fue nombrado jefe de la administración provisional de la zona de Osetia e Ingushetia, con rango de viceprimer ministro. Polianichko se ha convertido así en el máximo responsable de la zona más conflictiva de la Federación Rusa, donde el continuo goteo de violencia ha obligado a prolongar el estado de excepción implantado en el otoño de 1992. El presidente de Ingushetia, el general Ruslán Aushev, otro veterano de Afganistán, tal vez confíe en que Polianichko consiga el regreso dejos 70.000 fugitivos ingushes que abandonaron el pasado otoño el distrito Prigorodril (bajo la administración de Osetia).
Los reformistas aglutinados en Rusia Democrática ven en el nombramiento de Polianichko el presagio de alguna nueva desgracia. Su retorno a una zona de conflicto, esta vez en el interior de Rusia, establece un hilo de continuidad entre las refiriegas actuales y las guerras coloniales soviéticas. En el norte del Cáucaso, Serguei Shajrai ha seguido la táctica de negociar con todos, integrar intereses y convencer a los líderes locales de que existen soluciones pacíficas para sus problemas en el interior de Rusia. Algunos piensan que Polianichko supone una ruptura con esta línea, y otros creen que se trata sólo de un complemento, algo así como el palo necesario para alternar con la zanahoria.
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