Patronal y sindicatos apoyan un gran pacto

El diálogo social comenzó ayer con una dramática cifra encima de la mesa. El Gobierno comunicó a sindicatos y patronal que el paro ha vuelto a subir y rebasa los 3,4 millones de personas, según el avance de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre. El acuerdo por el empleo que se empezaba a gestar cobraba así mayor importancia y las centrales, los empresarios y el Ejecutivo coincidieron en la necesidad de un gran pacto. La negociación propiamente dicha se desarrollará en septiembre, después de que el Gobierno decida las grandes líneas de su política económica y de los Presupuestos Generales de 1994. El Ejecutivo también se ha comprometido a no tomar medidas contra las crisis sin consultar antes a los interlocutores sociales.

Las cuatro horas de la reunión celebrada ayer sirvió para que los interlocutores sociales mostraron su buena predisposición a pactar, incluso aunque no haya acuerdo en todos los temas que se discutan, según desveló el ministro de Economía, Pedro Solbes. El ministro y los líderes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, y el presidente del la patronal, José María Cuevas, coincidieron en destacar la gran franqueza en la que se había desarrollado el encuentro. Todos subrayaron que se trataba de una reunión preliminar y que, por tanto, no era posible lograr más avances.El objetivo que Gobierno, sindicatos y patronal se han marcado es la creación de empleo. Pero para sentar las bases del debate y la amplitud del temario, necesitan conocer previamente las grandes líneas de la política económica. El Ejecutivo quiere tenerlas cerradas para el 6 de agosto y a continuación se las dará a conocer a los agentes sociales. Entonces será cuando cierren el temario de negociación, aunque ya ayer los ministros de Economía, Pedro Solbes, y de Trabajo, José Antonio Griñan, avanzaron cinco puntos: pacto de rentas, reforma del mercado de trabajo, examen de la evolución de la cobertura del desempleo, políticas activas de empleo e implementar la formación profesional.

Sindicatos y patronal tienen el propósito de añadir más puntos de discusión. UGT y CC OO proponen tratar también la política industrial y de vivienda y medidas que sirvan para impulsar la economía. La CEOE quiere discutir una nueva estructura de los convenios colectivos y modelos diferentes de financiación de las prestaciones sociales.

En esta primera etapa de discusión, los interlocutores sociales se han marcado como paso previo hacer un diagnóstico común de la crisis para así poder decidir el. alcance de las medidas a tomar. En esta tarea, aparentemente sencilla, existen discrepancias :importantes entre Gobierno, centrales y patronal.

Urgencia en el calendario

En tanto no se resuelvan esas diferencias, los negociadores tendrán problemas para entrar a discutir las cuestiones concretas. También deben acordar los tiempos de la negociación. El Gobierno quiere, tener cerrado a finales de septiembre un primer principio de acuerdo sobre los puntos relacionados con los Presupuestos Generales para 1994.

El pacto de rentas también tiene cierta urgencia. Fuentes de la patronal CEOE aseguran que es importante conocer sin dilación si hay posibilidad de lograr un acuerdo, ya que en el mes de octubre la mayoría de las empresas decide sus inversiones futuras. Un principio de acuerdo sobre los aumentos salariales les ofrecería, la confianza necesaria para poder tomar las decisiones estratégicas. La reforma del mercado de trabajo se puede demorar más, porque es complicada y porque las diferencias son sustanciales, sobre todo en lo relativo a los despidos. Prueba de ello es el lento debate iniciado en abril en el Consejo Económico y Social (CES) sobre el documento-propuesta enviado por el anterior Gobierno. Después de tres meses, ni la patronal ni los sindicatos han cerrado sus propios debates internos y, en consecuencia, no han iniciado la elaboración del dictamen que ha de emitir el CES.

Paralelamente, los sindicatos han pedido a un grupo de catedráticos de Derecho del Trabajo y expertos en relaciones laborales que les elaboren un documento alternativo con su propuesta de reforma del mercado laboral. Fuentes sindicales aseguran que el proceso será lento. Su previsión es que esa propuesta alternativa no esté lista hasta finales del mes de septiembre o principios del próximo mes de octubre.