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CREADORES DE OPINIÓN

Lesourne y Estefanía creen que la sociedad merece que los periodistas sean fieles a los valores éticos

Los directores de 'Le Monde' y EL PAÍS analizan la función de los diarios de referencia

Jacques Lesourne, director del periódico francés Le Monde, y Joaquín Estefanía, director de EL PAÍS, coincidieron ayer, en el curso Creadores de opinión de la Universidad Complutense en El Escorial, en subrayar la necesidad de que los periodistas sean fieles a los valores éticos, y más en los momentos actuales de transición y cambio que vive la sociedad. Lesourne describió los desafíos a los que se enfrenta diariamente un diario independiente celoso de su libertad y Estefanía analizó las características de los medios de referencia, los periódicos que forjan opinión y no estados de ánimo.

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Lesourne, que fue presentado por Juan Luis Cebrián, director del curso, como el reunificador de la redacción que ha conseguido restablecer el equilibrio financiero del periódico, describió en su exposición, titulada La deontología en la prensa escrita en 1993, a las fuentes de poder que intentan mediatizar la información, y citó entre ellas a los gobiernos, partidos políticos, empresas y accionistas, así como a los redactores y directores del propio medio.Desde su experiencia concreta -tres años como director de Le Monde- Lesourne dijo que las presiones del Gobierno y los partidos políticos franceses han sido muy débiles. "Ha habido mayores problemas con los gobiernos de otros países en los que Le Monde tiene corresponsales, como Argel y Túnez", dijo.

Para Lesourne uno de los aspectos centrales de la ética periodística reside en las relaciones de los periodistas con las fuerzas económicas, ya que se pueden crear lazos muy especiales a través del poder que pretenden ejercer presionando sobre los periódicos y los periodistas.

El director de Le Monde dijo que los accionistas principales pueden ejercer también ciertas presiones porque desean que se cumpla la línea editorial "aunque mi periódico no tiene este problema, debido a la especial estructura del capital [el 40% lo tiene la Sociedad de Redactores y el resto lo ostentan los socios fundadores y otras pequeñas participaciones]". En medio de todas estas fuerzas se encuentra el periodista que con frecuencia desea hacer carrera, tener prestigio y publicar la información antes que los demás. En la misma línea se sitúan los directores, que se pueden dejar llevar por el deseo de conseguir lectores de inmediato, aumentar las tiradas e incrementar su prestigio personal. La tentación de tergiversar la realidad en beneficio de alguno de estos u otros sectores de presión debe ser contrarrestado a través de reglas claras y precisas en el marco de una cultura profesional colectiva, agregó.

Joaquín Estefanía explicó las características de los diarios de referencia como vehículo privilegiado de información y reflexión que basan su influencia en la credibilidad y la reputación, dos características que no están al alcance de todos los medios.

Como ejemplo, señaló que existen diarios que pese a campañas desaforadas no consiguen alcanzar sus objetivos y otros, con menos despliegue tipográfico, obtienen resultados más eficaces. Y citó concretamente las coberturas de Le Monde y Liberation en el escándalo del hundimiento de un barco de Greenpeace. El primero, con su investigación, precipitó la dimisión del responsable político que el segundo había buscado con mucho más ahínco.

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