Tres 'cascos azules' italianos, muertos en Somalia

Tres paracaidistas de los cascos azules italianos en Somalia murieron ayer en el curso de una operación de rastreo de armas realizada por las fuerzas de paz de la ONU en Mogadiscio. Otros 17 miembros del contingente italiano y ocho somalíes resultaron heridos en los combates que se produjeron cuando las tropas de la ONU intentaban tomar el control de un depósito de armas ole las fuerzas del dirigente guerrillero somalí Mohamed Fará Aidid.El presidente italiano Oscar Luig! Scalfaro se manifestó ayer en desacuerdo con este tipo de operaciones, que considera favorecen las represalias de los somalíes.

El primer ministro italiano, Carlo Azeglio Ciampi, interrumpió ayer una reunión del Consejo de Ministros para anunciar la muerte de Baccaro, la primera de la que se tuvo noticia. Baccaro falleció tras Etaber sido ingresado en un hospital de campaña sueco en Mogadiscio. Poco después, la agencia italiana Ansa anunció la muerte en la, misma emboscada de los otros (los militares. Según informaciones procedentes de los mandos militares italianos en Mogadiscio, otros 17 italianos y ocho somalíes, miembros de las fuerzas policiales, resultaron heridos. Según fuentes gubernamentales en Roma, se temía que el número de heridos aumentase en las horas siguientes.Los tres soldados italianos muertos son el teniente Pasquale Baccaro, que pertenecía al 183 regimiento de la brigada Folgore, el subteniente Andrea Millevoi y el sargento Stefano Paolicchi, que pertenecían al noveno batallón Coronel Moschin. Son las tres primeras víctimas del contingente italiano que se halla constituido por 2.600 hombres.

Los combates se produjeron, veinticuatro horas después de las celebraciones del trigésimo aniversario de la independencia de Somalia de la metrópoli Italia, en un barrio de Mogadiscio habitando mayoritariamente por simpatizantes del principal señor de la guerra somalí, Mohamed Fará Aidid contra el que la ONU ha emitido un mandato de busca y captura por considerarlo responsable de la muerte de 23 cascos azules paquistaníes, el pasado 5 de Junio.

Los militares italianos participaban en una operación de rastreo que se había iniciado a primera hora de la mañana y que tenía como principal objetivo tomar un garaje propiedad de Ahmed Duale, un colaborador de Aidid. Según las informaciones en poder de la ONU, el recinto oculta un depósito de armas y es utilizado para transformar coches en carros de combate.

Al parecer, en la operación de ayer los italianos fueron rodeados por tiradores somalíes. La situación se complicó cuando un grupo de residentes enfurecidos comenzaron a lanzar piedras contra los vehículos italianos que rodeaban el garaje. Helicópteros norteamericanos acudieron en ayuda del contingente.

El Gobierno italiano, preocupado por el creciente clima de violencia en Mogadiscio, y las cada vez mayores críticas de los sectores pacifistas italianos, hizo público ayer un comunicado en el que se asegura que Italia insistirá para que las Naciones Unidas se centren en la solución política y pacífica, al conflicto somalí. Este punto se esperaba que fuese uno de los temas centrales de las conversaciones que el ministro de Exteriores, Beniamino Andreatta, tenía previsto desarrollar ayer con el secretario general de la ONU, Butros Gali.

El presidente Scalfaro, que se hallaba de visita en Lisboa, dijo que la línea de mano dura utilizada por la ONU en Mogadiscio, y las operaciones de rastreo como las realizadas ayer, están favoreciendo la creciente hostilidad de la población somalí con la que, anteriormente, las fuerzas italianas mantenían una relación cordial. Scalfaro lamentó la escasa participación italiana en los mandos de la misión de la ONU, donde EE UU acapara el protagonismo, informa Peru Egurbide desde Roma.

El partido de la Liga Norte reaccionó ayer exigiendo al ministro dé Defensa, Fabio Fabbri, que informe al Parlamento de la "bárbara agresión" de ayer que, en su opinión "demuestra una falta de coordinación en la operación por parte de la ONU".

Fabbri respondió que su Gobierno consultará con los otros países que participan en la misión de la ONU sobre si es preciso seguir pagando "el alto precio de la paz" o retirarse de Somalia y "dejar que la población siga muriendo a manos de los señores de la guerra". El ministro de Transportes, Raffaele Costa, expresó su temor de que se llegue a la "vietnamización" de Somalia "a costa de los contribuyentes italianos".