Propuesta

Como responsable de una empresa afectada por la crisis, he venido siguiendo las distintas propuestas para luchar contra el paro y rara vez he visto planteada la más obvia y factible de todas, que se deduce inmediatamente de la ley de oferta y demanda, y cuya implantación no depende más que de la voluntad del Gobierno. Hay que aumentar la aportación del Estado a la Seguridad Social para poder reducir las cuotas y, por tanto, el coste del factor trabajo, lo que automáticamente generará un aumento de su demanda.Por otra parte, el sistema actual de cotización funciona como un injusto impuesto al empleo, Es incoherente que sean precisamente las empresas que emplean más personas las que paguen en mayor medida el coste del desempleo. Naturalmente, este planteamiento implica el aumento de otros impuestos, como el IVA, que, precisamente en nuestro país, se encuentra a un nivel inferior a la media de la CE.

Este tipo de medidas tendría también efectos positivos sobre la exportación, tan vital para la reactivación de nuestra economía, y su efecto positivo sobre el empleo puede constatarse viendo las cifras de desempleo en paises donde se aplican, como en Dinamarca.

También la formación, que tanta importancia tiene en la eficacia del factor trabajo y por tanto en su demanda, cuenta en países como Francia con un presupuesto obligatorio deducible de la cuota del impuesto del 1,2% de la masa salarial para las empresas, que son las que pueden saber qué formación es útil. Olvidémonos de subvenciones concedidas por ministerios cuya admínistración eficaz es tan cara como improbable.

Otro ejemplo de este tipo de soluciones sencillas y eficaces es el sistema de viviendas protegidas en Chile, donde las subvenciones se conceden independientemente del nivel de renta de quien las solicita, que además puede elegir el nivel de subvención, que varía entre el 15% y el 75%, y que es en función exclusivamente del precio de la vivienda.- .