El regalo de una vida

Patricia, de ocho años, se siente algo intimidada y habla poco, pero cuando se le pregunta, lo dice muy segura: "Es una nueva vida". Gracias al trasplante de riñon que le hicieron hace poco menos de un año, puede ir al colegio y tener amigas, como las otras niñas. Ayer acudió junto con un centenar de niños trasplantados de toda España al hospital La Paz de Madrid para celebrar los más de 200 trasplantes infantiles realizados en el hospital madrileño desde 1985, a iniciativa de la Asociación de Enfermos Renales (ALCE) y la Fundación Mare Rich.

El pequeño jardín interior, hasta ahora cerrado, del hospital infantil de La Paz empezó a llenarse de niños a partir de las 11 de la mañana. Chavales de toda España trasplantados en el hospital y sus familiares querían rendir un homenaje al equipo de trasplantes infantiles de La Paz, coincidiendo con la realización del trasplante hepático infantil número 100. Unas 300 personas, entre padres, niños ingresados en otros servicios y personal del hospital, aplaudieron las ocurrencias de los payasos, de la tuna y de los bailes de la asociación de coros y danzas Francisco de Goya. Sobre las dos de la tarde acudieron también los jugadores de baloncesto Fernando Romay y Biriukov para saludar a los chavales.Unos osos de peluche para los más pequeños y walkmans para los mayores fueron algunos de los regalos que recibieron de manos de Goofy y de un gigante Gato Félix. La fiesta infantil pretendía, ser un paso más en "la humanización de la atención pediátrica en el hospital, para intentar que la estancia de los niños sea lo menos traumática posible, especialmente en el caso de los pequeños con enfermedades crónicas", explica Jesús Pérez Rodríguez, jefe médico del hospital infantil.

La ministra de Asuntos Sociales en funciones, Matilde Fernández, asistió en representación del presidente Felipe González, a quien varios niños del hospital habían enviado una invitación. La ministra disculpó la ausencia de González y trasmitió a niños y familiares una invitación del presidente para comer con él en el palacio de La Moncloa, aunque no determinó la fecha.

"Amigos de trastadas"

Junto a Patricia, sentada en el improvisado escenario que se había levantado en medio del jardín, Fernando y Carlos, de ocho y 11 años, ambos trasplantados de riñon, también pudieron saludar a la ministra. Los dos se conocieron en el hospital, hace un año , y se declaran "amigos de trastadas". "Primero vino un riñón y fue para mí y a los 15 días le llegó el turno a Fernando", aclara Carlos.

El trasplante le ha permitido a Fernando descubrir su vocación: "Quiero ser cirujano, por que ahora me ha tocado a mí pero luego puede tocarle a otros", afirma convencido. La operación que sufrió hace seis años tampoco ha impedido a Santiago González, que ahora tiene 16, empezar a prepararse para cumplir su sueño de ser ciclista profesional. "A mí si que me hubiera gustado darle las gracias a la persona que me dió la vida, pero eso no está permitido", confiesa.

Desde 1985, en que se inició el programa de trasplante pediátrico, se han realizado en el Hospital de la Paz de Madrid 219 trasplantes a niños entre los seis meses y los 18 años: 103 de hígado, 80 de riñón, 26 de médula ósea y 10 de córnea. La supervivencia a los seis años de la intervención alcanza el 96% en el caso de los trasplantes renales y el 75% en los hepáticos, según datos del hospital.

En la actualidad, alrededor de 15 niños permanecen en lista de espera para trasplante hepático y 22 para trasplante renal, en el hospital madrileño: "Nos encontramos entre los tres o cuatro grupos de trasplante pediátrico más activos de España y confiamos en mantener una media de 20 trasplantes hepáticos al año", explica Juan Vázquez, jefe de la sección de trasplantes inflantiles. El número de trasplantes infantiles en España es equiparable, en la actualidad, al del resto de los países de la Comunidad Europea, según este especialista.