Vicente Verdú, Savater y Victoria Camps reflexionan sobre el ensayo

"El ensayo perfecto sería el que no admite abreviaturas", dijo anoche el escritor Vicente Verdú en un debate sobre el ensayo dentro del ciclo sobre Pensamiento literario y fin de siglo que se celebra en el Círculo de Lectores. Según Verdú, es a menudo una emoción la que lleva a escribir un libro, con frecuencia en torno a palabras "matrices o colonizadoras".Fernando Savater, catedrático de ética, distinguió entre el ensayo y el tratado: el primero no tiene una vocación estrictamente objetiva, requiere una implicación personal directa del autor y pretende aportar algo a la realidad desde la postura individual de éste. En tanto que renuncia a decirlo todo, sugiriendo, requiere cierta experiencia previa, tanto del autor como del lector; éste es voluntario, no está secuestrado como lo estaría un estudiante con un tratado. "El ensayo es el género menos adolescente que hay", dijo Savater, y quizá por ello, es menos adecuado para iniciarse en la literatura.

Para la pensadora Victoria Camps, el ensayo es una forma de pensar sobre la realidad de una forma más bien asistemática, apropiada "en épocas de ideologías débiles como la nuestra". Según dijo, este es un momento adecuado para la filosofía en España, donde no existe una tradición digna de tal nombre. Camps distinguió entre el pensamiento hermenéutico, el ensayo al estilo de Montaigne y la filosofía como persuasión, al estilo de los sofistas.