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Los serbios rechazan el despliegue de observadores internacionales en la frontera con Bosnia

Radovan Karadzic, líder de los serbios en Bosnia, está contento: no habrá bombardeos de las posiciones de artillería serbia en Bosnia. "Creo que después de esta resolución, los musulmanes han comprendido definitivamente que no habrá un Estado bosnio unitario bajo su dominación". Tanto Karadzic como el presidente yugoslavo, Dobrica Cosic, rechazan la propuesta del despliegue de monitores internacionales a lo largo de la frontera serbio-bosnia, que deberían controlar que la nueva Yugoslavia no apoye a los combatientes serbios de Bosnia.

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Karadzic no menciona que la última declaración en Nueva York exige la retirada de sus tropas de un 20% de su territorio, y ofrece cínicamente la ayuda a los musulmanes para la construcción de su Estado. "Los dirigentes musulmanes deben entender ahora que sena mejor no perder a la gente y los territorios, sino que deberían sentarse en la mesa de negociaciones con los serbios y los croatas... Invito a Alia Izetbegovic y a Mate Boban a aceptarnos en la mesa... para facilitar nosotros, los serbios y croatas, que los musulmanes consoliden su territorio en Bosnia central".El presidente bosnio, Izetbegovic, rechazó rotundamente la resolución de Nueva York, e invitó a sus compatriotas a "utilizar todos los medios a su alcance" para defender la independencia y la soberanía de Bosnia. Esta reacción enojó a Rusia, cuyo Gobierno envió a Belgrado a su mediador, Vitali Churkin, por séptima vez en un año, para que aclare a las autoridades de Belgrado y de Pale los pormenores del nuevo plan.

Yugoslavia apoya la iniciativa internacional de paz en Bosnia, pero rechaza el despliegue de los monitores en sus fronteras. Belgrado castigó a los serbios de Bosnia por rechazar el plan de paz de Cyrus Vance y David Owen, con el corte de la ayuda militar y económica, medida respetada sólo parcialmente.

"Lo que la comunidad internacional considere constructivo, convincente y democrático y pueda contribuir a la paz en Bosnia, nosotros lo apoyaremos", aseguró Dobrica Cosic. Sin embargo, la primera prueba de la cooperación de Belgrado, explicada por Churkin a Cosic y al presidente serbio, Slobodan Milosevic, sería el asentimiento al despliegue de los monitores. Cosic estimó que su despliegue sería "innecesario". "Amenaza la soberanía, nuestra dignidad estatal y nacional", señaló Cosic.

Al mismo tiempo, los ultranacionalistas de Vojislav Seselj, cuya influencia entre el Ejército y la policía no es despreciable, anuncian que con sus cuerpos romperían cualquier barrera entre Serbia y Bosnia.

Por su parte, el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, reiteró que secundaría el control de la frontera entre Croacia y Bosnia.

Belgrado hizo ayer balance del primer aniversario de las sanciones económicas internacionales, introducidas el 30 de mayo de 1992 y reforzadas el 26 de abril pasado. "Los daños económicos alcanzan 10.000 millones de dólares", precisa Milorad Unkovic, ministro de Relaciones Económicas con el Exterior.

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