Una corrida de Concha Navarro sustituye hoy a la de Torrealta

La corrida de Torrealta anunciada para esta tarde, en el primer espectáculo de rejoneo de la feria, ha sido sustituida por otra de Concha Navarro. Los toros de Torrealta, algunos de los cuales se habían herido entre ellos antes de desembarcarlos, fueron rechazados ayer en el reconocimiento veterinario por falta de trapío, algo inusual en este tipo de festejo.Inmediatamente la empresa, de acuerdo con los apoderados de los rejoneadores, decidió traer una de Concha Navarro, cuyos toros, además de pastar muy cerca de Madrid, han dado buen juego últimamente en los espectáculos de rejoneo en que se lidiaron.

Antonio y Luis Domecq, nietos del fundador de la dinastía de este apellido, Álvaro Domecq Díez, vienen a la feria con las ideas muy claras, como señala el primero: "Apostamos rotundamente por el rejoneo puro y clásico, el que ha caracterizado siempre a nuestra dinastía y que no podemos, debemos ni sabemos traicionar".

El rejoneador añade que esta cuestión no se debe a una imposición de su abuelo o de su tío, el también rejoneador Álvaro Domecq Romero, sino a que es el que les han enseñado y que les sale de dentro. "Aunque no niego que si intentáramos el otro, les daríamos a nuestros tío y abuelo un disgusto de muerte". Luis se alegra de toreaer en Las Ventas "porque aquí se entiende muchísimo de rejoneo y agrada el estilo puro, lo que no siempre ocurre en otros cosos".

Antonio coincide en esa -apreciación y añade que no quiere desmerecer a sus compañeros que se inclinan por la espectacularidad porque cada uno es libre de actuar como quiera o sienta. Pero a renglón seguido matiza: "Lo que hacen está mucho más cerca de la doma que del rejoneo". El torero indica que aunque él se encuentra a gusto en cualquier cartel prefiere actuar con rejoneadores de su misma línea, como ocurre esta tarde con Antonio Correas y Joao Moura.

Por este último siente una especial predilección, pues afirma que pese a su juventud lleva muchos años dando lecciones, y él y Luis, de niños, siempre se fijaron mucho en el portugués, aunque no tanto como en su tío y en su abuelo: "Es magnífico. No en vano viene de Portugal, donde es figura, y allí se entiende tanto de rejoneo puro que el otro ni siquiera existe".