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46º FESTIVAL DE CANNES

Akira Kurosawa aconseja dar vía libre a las emociones

No se quita las gafas, "porque tengo los ojos muy rojos; es de la Fiesta de anoche", dice, mientras sonríe silenciosamente, y, sin pretensión, responde a las preguntas, aunque al final de la entrevista admite: "Después de todos estos años de entrevistas, me sigo preguntando si todavía queda alguna pregunta que no me hicieron".Akira Kurosawa cuenta que decidió hacer su última película, Madadayo, porque "desde siempre me impresionaba la obra del maestro, Hyakken Uchida, que nunca conocí personalmente, pero admiraba su forma de ser, de la que me hablaron mucho sus discípulos".

"Algunos de ellos", continúa Kurosawa, "siguen vivos, y son más ancianos que yo, tienen 90 años. Mi película es un último intento con el que quise llamar la atención de los japoneses y los demás para decirles que la educación en el moderno Japón es totalmente equivocada y que me preocupa mucho. Pensé que la relación antigua que existía entre el maestro y los alumnos es la idónea, porque nos permitía aprender más sobre las relaciones humanas y la naturaleza del ser humano, mucho más que de matemáticas, biología o el idioma. Nos enseñaba la sabiduría de la vida y no nos alejaba de la quintaesencia de nosotros mismos. Esta es la piedra filosofal. Por eso me preocupa tanto el problema educativo en el Japón contemporáneo".

Pero este veterano maestro del cine dice que no ha pretendido dar lecciones a la sociedad ni convertirse en maestro de nadie. "No quise darles la lección. Quise hacer la película. Yo no hablo con el lenguaje cinematográfico, yo simplemente creo la película; eso es diferente", explica. "Le he dicho a usted ahora mismo lo que está en el fondo de mi corazón, pero eso es distinto y eso está en lo más profundo de mi ser. La película la doy a luz, ella nace de mí, porque es una creación, y no porque quiera decir algo con ella".

Hace muchos años Kurosawa tenía problemas a la hora de encontrar los financieros para sus películas. Ahora, parece que la situación ha cambiado radicalmente. Afirma: "Sí, se ha mejorado considerablemente. Las grandes compañías se dieron cuenta de que, comparado con la cantidad del dinero que se gasta en la promoción y publicidad de la misma, lo que la misma producción cuesta es una miseria. Y una vez hecha la película, la compañía que la produjo ya tiene el nombre estrenado por todo el mundo y se hace una tremenda publicidad automáticamente. Así que la financiación de la película les resulta una promoción y publicidad bastante barata".

Segunda Guerra Mundial

La película Madadayo abarca los años de la Segunda Guerra Mundial y los posteriores a ella, un periodo histórico que parece ser el preferido de Akira Kurosawa. "Sí", confirma el cineasta, "elegí este periodo de la vida de Uchida porque me parecía muy apropiado para volver a tocar el tema de la ocupación y todo lo que ello supuso para nosotros".¿No ha logrado perdonar a los norteamericanos por la bomba que tiraron en Hiroshima? "El problema no está en los norteamericanos", dice. "La culpable es la guerra. Es la guerra la que tiene la responsabilidad. Porque cuando estás en la guerra haces todo por vencer y ganarla. Por supuesto que fue totalmente anormal tirarla, y muchos americanos siguen sintiéndose culpables por haberlo hecho, incluso el piloto, que se volvió loco. Pero no debemos perdonar o no perdonar, ya que no debemos juzgar. ¿Con qué derecho juzgamos a los demás? Lo que debemos hacer es rechazar la guerra totalmente; toda guerra en la que nos involucren debemos rechazarla y evitarla. Los japoneses hacían cosas tremendas y horribles durante la guerra, y no son menos responsables. La guerra es la responsable, y ha de evitarse".

Hace poco tiempo le pidieron a Kurosawa en la televisión japonesa que eligiera las mejores películas de los demás directores. ¿Fue una experiencia agradable o difícil?

Akira Kurosawa rememora: "Ha sido muy difícil. Tenía que acordarme de todas las películas que vi, y lo primero que hice fue escribir los títulos en una hoja de papel; luego volví a ver todas estas películas en vídeo y ha habido algunas que me decepcionaron bastante, porque no eran tan buenas como yo había pensado".

"Pero estoy féliz", continúa Akira Kurosawa, "porque he elegido las películas que permitirán a las nuevas jóvenes generaciones de japoneses divertirse y educarse cinematográficamente. Lamentablemente, tuve que escoger entre las películas sonoras. El cine mudo será un nuevo ciclo. La verdad es que hay muchas buenas películas. Mire usted: si existen 10 grandes directores de cine y cada uno hizo por lo menos 10 películas, ya tenemos 100. Esto es mucho, muchísimo, y sobre todo teniendo en cuenta que el cine no tiene más de 100 años".

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