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La concentración de radón en las casas es el doble que en Barcelona

Las viviendas de Madrid acumulan en su interior el doble del gas radón que las de Barcelona, según un estudio del Centro de Investigaclones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). El radón es un gas de origen natural, invisible e inodoro, que emana del suelo por la desintegración de minerales radiactivos.

Los primeros resultados de este trabajo, realizado en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona sobre 1.000 viviendas de ambas ciudades, durante un año, revela que el radón es culpable del 55% de las dosis de radiación que las personas reciben de forma natural, según el responsable de las investigaciones, José Luis Gutiérrez.

Precisamente las concentraciones de radón hicieron cundir cierta alarma en los municipios de la sierra de Madrid en febrero de 1989, después de que un equipo de físicos advirtiera en la zona niveles de radón muy superiores a la media de España. Según los expertos, parece claro que el radón y el tabaco pueden multiplicar por 15 los riesgos de contraer cáncer de pulmón. Este gas genera unas partículas que, al ser inhaladas, afectan gravemente a los tejidos del pulmón.

Gutiérrez, jefe de la unidad de geoquímica e impacto ambiental del CIEMAT, señaló que las cantidades acumuladas de los hogares españoles son muy inferiores (64 bequerelios de máxima en Madrid) a los límites considerados "nocivos" por los organismos internacionales, entre 200 y 400 bequerelios por metro cúbico. El bequerelio, es la unidad con la que se designa la velocidad de descomposición por segundo de un elemento radiactivo, precisó Gutiérrez.

Aunque todos los hábitat naturales generan radón, éste varía mucho de unos lugares a otros, y está condicionado por cuestiones tales como la temperatura, niveles de aislamiento o grado de ventilación del domicilio.

Terreno granítico

Las estimaciones provisionales de los investigadores del CIEMAT y la Universidad de Barcelona muestran que la localización geográfica de la vivienda es la causa de un 55% de las concentraciones, seguido por los materiales de construcción en un 20%.Madrid y, especialmente, las poblaciones de la sierra norte presentan mayores niveles, al estar asentadas sobre un terreno granítico descompuesto y tener un clima más frío, mientras que Barcelona está edificada sobre un terreno sedimentario con temperaturas poco extremadas.

Factores como la altura también influyen en el grado de concentración, ya que, al tratarse de un gas siete veces más pesado que el aire, tiende a acumularse en sótanos, viviendas unifamiliares y pisos bajos.

En Madrid, el 100% de los sótanos registraron valores por encima de la media; en las plantas bajas, el 40%, y entre los pisos primero y quinto, sólo el 14% superó el promedio máximo.

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