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El 40% de las muertes súbitas se relaciona con deportes compulsivos

"El corazón va sufriendo a golpes por ir tras la pelota como un loco" decía recientemente, refiriéndose a la práctica del squash, Luis Molina, jefe de cardiología del hospital Olímpico de Barcelona, durante el XIV Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología. Allí ya se advirtió sobre los riesgos de] deporte compulsivo. Ahora, un informe del hospital Ramón y Cajal de Madrid y la Sociedad Hispana de Cardiología lo confirma en cifras: el 40% de las muertes súbitas que se registran en España afecta a personas que practican deportes como hobby.

En el informe se resalta que hay deportes más peligrosos que otros: "El squash, el fisioculturismo, la halterofilia, el tenis y el footing configuran el cuadro de mayor peligrosidad".Ni el sedentarismo ni la obsesión del ejercicio de fin de semana. Ambos extremos son malos para el corazón. Los beneficios del ejercicio para la víscera cardiaca fueron descritos hace 50 años por un médico inglés extrañado de que los conductores de autobuses tuvieran mayor índice de infartos que los cobradores. Simplemente porque no se levantaban del asiento durante 12 horas. Pero trasladar la compulsividad de la vida profesional a la práctica del deporte, como sucede con el footing de fin de semana o en las sesiones de squash tras la jornada laboral, no es precisamente una caja de caudales de salud, sino todo lo contrario.

El informe elaborado en el hospital Ramón y Cajal, de Madrid, dice que, de los 15 millones de españoles que practican algún deporte, cinco lo hacen de forma inconveniente y con graves riesgos para su salud. Los especialistas calculan que hasta un 40% de las muertes súbitas por infarto pueden buscarse en algún episodio de deporte compulsivo. En España se calculan unos 150.000 infartos al año, de los cuales la mitad fallecen antes de ser atendidos en un centro médico. Las estadísticas manejadas en el Congreso Europeo de Cardiología por el prestigioso cardiólogo norteamericano Maron hablaban del 31% de todas las muertes súbitas por fallo coronario.

Urbano, sedentario y fumador

El perfil de riesgo encontrado en el estudio español es el retrato de un varón, entre los 25 y los 40 años, habitualmente sedentario, fumador, con episodios de hipertensión y, en muchos casos, consumidor de cocaína. Casi el retrato del joven triunfador de los noventa, que quema las ansiedades castigando de cuando en cuando el cuerpo en una pista cerrada de no más de 10 metros, o corriendo los 100 metros lisos una vez al mes entre los cuatro árboles que quedan en su barrio."Entre todos, son los jóvenes profesionales urbanos, más conocidos como yuppies, las víctimas potenciales de estos infartos que ocurren al final de una sesión deportiva. Son ellos los que han asumido en mayor grado esas modas importadas de Estados Unidos y Europa que se fundamentan en el culto al cuerpo; los que alternan los deportes de moda con el esnifado de cocaína o la ingestión de otro tipo de estimulantes; los que trasladan la competitividad de la vida diaria a las palizas deportivas del fin de semana", dice el informe.

Estas incursiones producen un aumento de la tensión arterial y una sobrecarga de trabajo al corazón que, unido a la ingestión habitual de bebidas frías, tiene un desenlace fatal. Del informe se extrae que la mujer, menos propensa al infarto, al menos antes de la menopausia, y por practicar deportes más relajados, tiene menor riesgo. De hecho, por cada cuatro hombres que fallecen por muerte súbita, sóo una mujer sufre la misna suerte.

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