Iberoamerica designa a España y Portugal como "Ia Europa de casa"

La cumbre del pensamiento iberoamericano, reunida cuatro días en Antigua (Guatemala), determinó que España y Portugal serán consideradas a partir de ahora como "la Europa de casa" y advirtió que con el resultado de los debates se ha sembrado "la semilla de una comunidad intelectual en la región". Antigua, según el documento final, ve necesario un plan estratégico de transición al siglo XXI que haga realidad el desarme y atienda con prioridad los desequilibrios sociales de esta parte del continente americano.

Pese a que nació sin premios Nobel ni grandes estrellas del pensamiento, muchos de ellos ausentes por no darle una satisfacción a la militarizada democracia guatemalteca que preside Jorge Serrano Elías, la presencia de técnicos y especialistas disciplinarios de los 21 países que integran la Conferencia Iberoamericana aportó a esta primera cumbre cultural de Antigua mayor eficacia y menos demagogia.En cuatro días, no sólo surgieron ideas, sino un lamento del pasado que provocó urgencias a la hora de fabricar recetas y una unanimidad de todos los países por salvar a Latinoamérica de viajar en tercera clase en su tránsito hacia el nuevo milenio. "Es cierto que no podemos vivir sin el mundo pero también es cierto que el mundo de hoy no puede vivir sin el aliento cultural de Iberoamérica", reza en el manifiesto final.

Así, se planteó "un cambio de estilo de vida", para recuperar la primacía de los valores y tener la certeza de que la región es parte igual de un propósito universal; el mantenimiento de la democracia, pese a que no resuelve todos los problemas sociales, como el único sistema deseable, y "un profundo proceso de educación política" que incremente todos los niveles de racionalidad y comprensión colectiva en cada nación.

En el documento final, que será elevado a la próxima Conferencia Iberoamericana que se celebrará en julio en San Salvador de Bahía (Brasil), quedaron también reflejadas medidas prácticas como la necesidad de suprimir los impuestos sobre importación de libros, lo que favorecería la intercomunicación en el plano cultural, o la petición expresa a los Gobiernos de comprometer un mínimo financiero de su Producto Interior Bruto (PIB) a la educación y formación de investigadores, lo que volvería a situar este área entre las altas prioridades de sus países.

Uno de los aspectos que más interés despertó en el debate fue el lado educativo y su vinculación con el área científico-tecnológica. En Antigua se insistió en que ciencia y tecnología forman parte de la cultura natural y que, como medida de progreso, los Gobiernos deben "popularizarla", facilitando el acceso de los alumnos a su alfabetización y elevando el nivel con la inclusión de estas disciplinas en los diferentes programas de estudios básico y medio. Paralelamente se insistió en impulsar el acceso del alumnado al conocimiento avanzado.

Antigua, por otra parte, consolidó intelectualmente el término Iberoamérica, como marco de encuadramiento de España, Portugal y América Latina, lo que "configura un nuevo espacio político y transcontinental que trasciende la polarización Norte-Sur sin confrontaciones. La cumbre, según decidieron sus participantes, se pretende celebrar a partir de ahora cada dos años.