La 'cumbre del pensamiento' reunida en Antigua pide una nueva cultura de la paz
Lejos de la retórica, intelectuales iberoamericanos inician el estudio de propuestas concretas
El director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, pidió el lunes a los intelectuales iberoamericanos reunidos en Antigua (Guatemala) que esta primera cumbre del pensamiento que persigue ideas distintas para el próximo milenio sirva de contribución a una nueva cultura de la paz. En opinión de Mayor Zaragoza, "la paz no es el silencio de las armas: es justicia y significa, por tanto, la eliminación de la pobreza, el hambre, la conformidad, el desamparo y la ignorancia".
Las palabras de Mayor Zaragoza, que abría así los debates, tuvo su eco inmediato: como regla excepcional en este tipo de foros quedó atrás la retórica, y casi desde el comienzo los intelectuales discutieron propuestas concretas, como fueron los casos de algunos ponentes españoles, entre ellos el presidente del Club de Roma, Ricardo Díez Hochleitner, o de la eurodiputada centrista Guadalupe Ruiz Giménez.El presidente del Club de Roma se asoció desde un primer instante a lo expuesto por el director general de la Unesco y dijo que esa paz que tanto se ondea hoy no es verdadera: "Es fría y obecede al enfrentamiento económico", dijo. Y añadió que es necesario ampliar los derechos fundamentales al libre comercio internacional, al acceso al conocimiento avanzado y a las propias responsabilidades del individuo. Recordó que la Carta de los Derechos Humanos debe incluir, junto a su enunciado, el de las responsabilidades humanas, lo que ya ha puesto en conocimiento del secretario general de Naciones Unidas, Butros Gali, de parte de la institución que representa, y se mostró partidario de establecer un tratado de paz entre los hombres y la naturaleza, con un desarrollo humano para todos y no a costa de los más pobres y del medio ambiente, "porque lo que está en peligro de subsistencia son las generaciones venideras y la propia biosfera".
Ruiz Giménez planteó la necesidad de modificar el marco jurídico internacional en base a un nuevo pacto que reunifique los derechos fundamentales del ser humano, llámense políticos, económicos, socioculturales o ecológicos. La eurodiputada exigió un código ético y simétrico de comportamiento para todos los actores del sistema internacional, y propuso la implantación de una nueva solidaridad que potencie e incremente la cooperación entre los pueblos.
Otra de las propuestas que se concretaron en la primera jornada de estos debates procedió del ex mandatario de Colombia y actual presidente de la Fundación Santi llana para Iberoamérica, Belisario Betancur, quien, a tenor de sus recientes experiencias al frente de la Comisión de la Verdad de El Salvador, ve necesario que se establezca un compromiso firme en la próxima Conferencia Iberoamericana de Brasil que garantice la plena autonomía de la Administración de la justicia en el continente, para que se acabe de una vez con la arrogancia, la impunidad y la dependencia de los poderes públicos.
Derechos y responsabilidades
Miguel de la Madrid, ex presidente de México, llamó a reflexionar sobre lo que considera una equivocación: hablar siempre de derechos pero sin abordar una simetría de deberes y responsabilidades, lo que, a su juicio, provoca el equilibrio que hace posible la justicia. Y el brasileño Darcy Ribeiro, sociólogo, se lamentó de la falta de una conciencia crítica y de rebeldía entre los latinoamericanos frente a tanto atraso y miseria en la región.Los debates versaron en su primera jornada sobre los derechos de la tercera generación: la paz, el desarrollo y la solidaridad. Pese a que, por la ausencia de los primeros espadas de la intelectualidad iberoamericana, se pensó en un primer momento en que esta cumbre nacía sin atractivo alguno, la presencia de técnicos y especialistas le ha dado un giro distinto. El presidente Jorge Serrano Elías, promotor de esta iniciativa, al igual que fue reconocido por ella, tuvo que escuchar de viva voz recomendaciones como la que le hizo, Mayor Zaragoza: que para enfrentarse al nuevo milenio habrá que plantearse tener menos cuarteles y más bibliotecas.
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