Viaje a la locura

Leonora Carrington escribió Memorias de abajo en agosto de 1943, dos años después de su traumática experiencia en España, donde la declararon "irremediablemente loca", según cuenta en su libro. Escribió este largo relato para conservarse lúcida y para fabricarse un escudo contra la "hostil¡dad del conformismo".Todo empezó en mayo de 1940, cuando se llevaron a su amigo Max Ernst a un campo de concentración. Leonora vivía en Francia (en Saint Martin-d'Arlèche). "Estuve llorando varias horas en el pueblo", escribe. "Durante tres semanas Comí muy poco, evitando la carne escrupulosamente; bebía Vino y alcohol, y me sustentaba de patatas y ensaladas, a un promedio quizá de dos patatas al día". Al cabo de las tres sernanas, llegó una amiga inglesa, Catherine, y un húngaro, Michel Lucas. Huían de París ante la amenaza nazi y la convencieron de viajar a España. "Acepté sobre todo, porque, en mi evolución España representaba para mí el Descubrimiento". En ese viaje que les llevó a Perpiñán, Andorra, La Seu d'Urgell, Barcelona y, finalmente, Madrid, Leonora se dio cuenta de que tenía problemas de identificación con el mundo exterior.

"La entrada en España me abrumó por completo: pensé que era mi reino; que su tierra roja era la sangre de la guerra civil. Me asfixiaban los muertos, su densa presencia en ese paisaje lacerado". Y más adelante: "Tuve el convencimiento de que Madrid era el estómago del mundo y de que yo había sido elegida para devolver la salud de ese órgano digestivo". Y Leonora emprende un camino de locura porque siente deseperadamente la necesidad de salvar a Madrid, a España y a Europa. Denuncia en la Embajada británica que la guerra mundial "estaba siendo dirigida hipnóticamente por un grupo de personas -Hitler y Cía-".

Y empieza su calvario. Primero, cuenta, fue encerrada en una habitación del hotel Ritz, luego en un sanatorio "lleno de monjas", y, por fin, fue llevada a un manicomio en Santander.

Memorias de abajo es el relato estremecedor y a la vez lleno de ironía de una mujer que atravesó el límite. Los otros seis textos incluidos en el libro son también, en parte, autobiográficos, pero, más que nada, significan una lectura profundamente surrealista de la propia vida. Carrington ha escrito otros libros de cuentos, El séptimo caballo, pulicado asimismo por Siruela, The stone door y una novela, The hearing trumpet. Todos tienen unas mismas características: enorme plasticidad que hace los textos casi visuales. Son oníricos, delirantes, mórbidos, poblados de inquietantes animales, caballos, sobre todo, pero también ratas murciélagos, zopilotes o jaguares, y de personajes como reyes, monjas, curas, facinerosos, santos... Todo a medio camino entre el sueño y la vigilia.