El PSOE responde al ataque de Aznar recordándole que no es el más indicado para hablar de corrupción

El PSOE respondió ayer con contundencia a la acusación de¡ presidente del PP, José María Aznar, de que Felipe González había ganado las elecciones de 1989 gracias a la financiaicón irregular a través de Filesa. En unas declaraciones en cadena, dirigentes socialistas calificaron a Aznar de "mezquino", al tiempo que destacaban el "insulto" y las "injurias" que uspone la acusación a los españoles que votaron al PSOE en 1989, y recordaron que él no es el más indicado para hablar de ética, ya que es el único líder político citado en una sentencia por corrupción, la del caso de la construcción de Burgos.

La indignación en el PSOE por el duro ataque de Aznar del pasado martes, el mismo día en que se disolvieron las Cortes, se tradujo ayer en una repulsa generalizada de los socialistas. El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, rompió dos semanas de silencio para responder desde TVE: "[Esta acusación] revela la catadura moral de Aznar, y es también una afrenta para los ocho millones de españoles que votaron al PSOE en 1989; resultados", dijo el vicepresidente del Gobierno, "que nunca ha conseguido el PP ni podrá conseguir". "Por el camino de las injurias y las calumnias no se ganan las elecciones", añadió.En esta misma línea se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, quien extendió la "ofensa" no sólo a los votantes del PSOE sino a "todo el sistema democrático" y comentó que una frase como la de Aznar "pone de manifiesto la estatura intelectual y el entramado moral" de su autor. "Es de una gran mezquindad", añadió.

En declaraciones a la SER, Solana tildó a la oposición y a la prensa de hipócritas al destacar Filesa sin sacar a la luz la financiación irregular de otros partidos. "Mucha gente sabe que ha habido elementos de financiación más o menos correctos, y que no están los que podrían ser más graves en el partido socialista".

Para Solana, en su reunión del sábado, "Ia dirección del PSOE ha asumido todas las responsabilidades del caso Filesa" . "Ya me gustaría", agregó, "que otros partidos que tienen situaciones más difíciles tomaran decisiones de esas características".

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, dijo que Aznar no ha entrado con buen pie en la precampaña electoral, "sino tropezando y atropellando". "Su proclama de no hacer una campaña de descalificaciones se contradice con sus injurias". Para Bono, Aznar "es un fariseo que cuela los cominos y se traga los camellos". El ex ministro José Barrionuevo considera la acusación "mezquina". Ramón Jáuregui que Aznar muestra la "cara carca e intransigente" de la derecha.

La mayoría de los dirigentes socialistas que salieron ayer al paso de la acusación de Aznar de haber ganado los comicios de 1989 por la financiación irregular destacaron que el candidato del PP no es la persona más adecuada para hablar de ética. Así lo hicieron, entre otros, Eduardo Martín Toval y José Bono, quien recordó que "es sorprendente que se presente como paladín de la lucha contra la corrupción quien aparece citado con nombres y apellidos en la sentencia condenatoria sobre el caso de la construcción de Burgos".

El dirigente catalán Raimon Obiols acusó a Aznar de "poner en crisis" los mecanismos democráticos y recomendó reflexión a quienes "se hayan hecho ilusiones sobre el grado de civilización de la derecha", añadió.

Otra de las críticas de los socialistas contra Aznar fue su "mal perder". Barrionuevo destacó que los populares "no respetan el juego limpio" y el dirigente valenciano Joan Lerma comentó que "asumen muy mal el veredicto de las urnas". El presidente de Andalucía, Manuel Chaves, apostilló: "Sólo vende ruina y desesperanza".

El contrapunto al silencio del PP tras las declaraciones de Aznar lo puso el presidente navarro, Juan Cruz Allí, socio del PP. Alli desmintió a Aznar y dijo que el PSOE ganó las elecciones por la confianza de los ciudadanos, aunque matizó que Filesa les ha permitido campañas "difícilmente comprensibles". González no efectuó ayer declaraciones al estar descansando en la sierra de Madrid, y Alfonso Guerra, que estuvo todo el día en Ferraz, también guardó silencio.