Yeltsin acusa a Rutskoi de sumarse a la campaña de descrédito en su contra

La ruptura política entre el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y el vicepresidente, Alexandr Rutskói, se ha consumado cuando faltan menos de dos semanas para la celebración del referéndum estatal que el próximo día 25 someterá al líder ruso al voto de confianza popular. Así se desprende de un comunicado difundido ayer por el secretario de prensa M presidente, Viacheslav Kóstikov, quien acusó a Rutskói de sumarse a la campaña de descrédito contra Yeltsin, iniciada, dice, por la dirección del Parlamento ruso.

El vicepresidente Rutskói ha experimentado una "evolución política" que va desde un ligero "distanciamiento a una total ruptura política con el presidente", afirmó Kóstikov. El sábado pasado, tras una reunión de los dirigentes de la Unión Cívica, el grupo centrista que agrupa a sectores de la gran industria, Rutskói calificó de "insuperables" las contradicciones entre Yeltsin y él.Según Kóstikov, el vicepresidente ha sentado un precedente de "disparate político", al mantenerse en su puesto y, simultáneamente, desmarcarse totalmente del porvenir del presidente.

Las dificultades que afrontará Yeltsin el 25 de abril han quedado reflejadas en los resultados de varias elecciones de gobernadores provinciales (jefes de la Administración, subordinados al poder Ejecutivo), realizadas el pasado domingo. Algunas de estas elecciones fueron ganadas por políticos del viejo régimen comunista y otras tuvieron que ser aplazadas por falta de participación.

En la provincia agrícola, de Oriol, el vencedor fue Yegor Stróiev, antiguo secretario del Comité Central del Partido (Comunista de la Unión Soviética (PCUS), por quien votó el 70% de los participantes en la votación, lo que supone el 32% del censo electoral local. Stróiev pasará así a sustituir a Nikolai Yudin, que había sido nombrado directamente por Yeltsin.

Un signo esperanzador para Yeltsin fue la victoria de Kirsán Iliumzhinov, un millonario de 30 años, elegido presidente de la república de KaImikia, una zona lindante con el mar Caspio, cuya economía se basa en la ganadería ovina. La república, de algo más de 76.000 kilómetros cuadrados, tiene unos 327.000 habitantes.

Todo, de su bolsillo

La participación en las elecciones de Kalmikia fue del 82% del censo. lliumzhinov, que obtuvo el 65,37% de los votos emitidos, se formó en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú y es miembro del comité de Política Exterior del Parlamento ruso. El millonario ha pagado de su bolsillo subvenciones para mantener los precios del pan y la leche. Prometió que si vencía en las elecciones, daría 100 dólares a cada familia, a modo de capital, inicial para convertirse en propietarios. Su consigna electoral era: "Un presidente rico es un poder insobornable".El programa de Iliumzhinov incluye la soberanía de Kalmikia y la dirección presidencial directa con la disolución del Parlamento, el Gobierno y los sóviets locales.

Mientras tanto, Yeltsin planea visitar Tokio antes de la cumbre de los siete. países industrializados prevista para julio, a la que ha sido invitado oficialmente. Así lo manifestó ayer el presidente, durante una ceremonia de entrega de condecoraciones en el Kremlin. En septiembre de 1992, Yeltsin anuló una visita de Estado a Japón, debido a las presiones de Tokio para que le sean devueltas cuatro islas del archipiélago de las Kuriles.Yeltsin, consciente de la necesidad de recuperar el fervor popular ante el referéndum, declaró ayer que había llegado el momento de tomarse un respiro y "cambiar la velocidad de las reformas".

Por otra parte, el ex presidente soviético Mijail Gorbachov aceptó testificar en el proceso contra los golpistas que lo apartaron del poder durante tres días en agosto de 1991, informó ayer el Tribunal Supremo de Rusia. El proceso se iniciará mañana. Aunque Gorbachov partió el pasado sábado hacia EE UU y Japón, prometió regresar a Moscú en cuanto fuera necesario.