30 leyes, pendientes de aprobación

La disolución de las Cortes deja pendientes de aprobación una treintena de proyectos y proposiciones de ley, algunos de especial relevancia política, como la ley de huelga, la de arrendamientos urbanos, el código penal, la reforma de la Ley General Electoral y la modificación de los reglamentos del Congreso y del Senado. También queda en suspenso la renovación del Defensor del Pueblo.Por su envergadura y trascendencia, la reforma del código penal es el proyecto más importante que queda aparcado, cuando su debate en comisión estaba ya muy avanzado.

Desde el arranque de la legislatura, el Gobierno ha enviado 137 proyectos de ley, de los que se han aprobado 107. El Congreso cesa en su actividad parlamentaria y se constituye la Diputación Permanente, integrada por el presidente de la Cámara y 40 diputados.

Además de los proyectos señalados, destacan entre los que decaen por la disolución:

- Contratos del Estado.

- Autonomía del Banco de España.

- Seguros Privados.

- Sociedades de Garantía Recíproca.

- Colegios Profesionales.

- Fundaciones.

- Blanqueo de capitales.,

- Ley de Mecenazgo.

- Plantillas de las Fuerzas Armadas.

- Derecho de Asilo y de la condición de Refugiado.

- Reordenación del sistema eléctrico.

Ayer mismo, el Consejo de Ministros aprobó medidas parciales del anteproyecto de Plan Hidrológico Nacional, que tampoco llegará al Parlamento en esta legislatura.Melilla y Ceuta seguirán esperando sus posibles estatutos de autonomía, pese a que en el debate del estado de las autonomías se acordó iniciar conversaciones entre PSOE y PP para lograr un acuerdo.

El paquete de medidas para la reforma del mercado laboral no ha pasado del Consejo Económico y Social. El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer que dichas medidas serán incluidas en el programa electoral del PSOE.

Estos proyectos de ley no quedan en suspenso para seguir su tramitación en la próxima legislatura. Será el Gobierno resultante de las próximas elecciones el que decida si los envía con el mismo contenido que ahora tenían, los modifica, o simplemente los olvida. La disolución de las Cámaras significa, a efectos jurídicos, que quedan "caducados" todos los asuntos pendientes de resolución.