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Entrevista:CONVOCATORIA DE ELECCIONES ANTICIPADAS

"El nuevo comite electoral renovará el partido"

El secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, declara que el futuro comité de dirección electoral del PSOE, del que previsiblemente formará parte, anuncia la renovación interna de su partido. Matiza, sin embargo, que no cree en las etiquetas aplicadas a los distintos sectores del PSOE y señala que la actual dirección comparte también los planteamientos que él entiende por renovadores. Tanteado días atrás como posible sustituto del secretario de organización, Txiki Benegas, el dirigente. socialista confirma que, antes de la reunión que el sábado celebró en Madrid la Comisión Ejecutiva Federal, él transmitió a Felipe González y a otros dirigentes su nula disposición a aceptar ese puesto. Jáuregui concedió esta entrevista a EL PAÍS antes de la convocatoria de elecciones.

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Pregunta. A usted se le propuso sustituir a José María Benegas en la secretaría de organización del PSOE. ¿Cree acertado mantener en ese cargo a alguien que alude públicamente a un sector de su partido con el término renovadores de la nada?"Respuesta. Desde luego. La reacción de Txiki Benegas es comprensible porque, en el asunto Filesa, él ha sido atacado de una manera desleal. Mire usted, si la solución que ha dado la Comisión Ejecutiva Federal al problema es buena es también porque se ha hecho justicia con Txiki Benegas. Hubiera sido un error mayúsculo que se hubiera considerado responsable a Benegas de algo de lo que me consta que no lo es. Por eso yo no me he planteado la posibilidad de sustituirle, sino únicamente de ayudarle.

P. ¿Eso le dijo a González?

R. Indirectamente, sí. Se lo dije a José Luis Corcuera, y, naturalmente a Txiki y al resto de la dirección del partido.

P. ¿Ese nuevo comité electoral de dirección del que, previsiblemente, usted formará parte puede convertirse en la práctica en la dirección efectiva, habida cuenta de la inminente confrontación electoral?

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R. No lo sé, pero entiendo que, en todo caso, será complementario de la actual dirección política y deberá contar con la presencia de los máximos representantes de la ejecutiva. Antes de riada tengo que aclarar que no tengo ninguna noticia respecto a mi participación en ese comité. Se me ha consultado, al igual que a otros, y he dado mis opiniones. Eso es todo.

P. ¿Puede decirse que ese comité electoral es un organismo de tránsito hacia un congreso extraordinario que, se supone, tendrá lugar no mucho tiempo después de las elecciones?

R. Espero que no. El reto de los socialistas es ahora renovar la confianza de los españoles. Lo otro, el debate interno, es también absolutamente necesario, pero no creo que el comité de dirección electoral tenga que interferir en él.

P. ¿No cree que la creación de ese nuevo órgano obedece a una situación de extrema emergencia dentro de su partido?.

R. Mi opinión es que el comité responde a la necesidad de compatibilizar del entramado orgánico del partido, representado en una dirección elegida hace dos años con el 100% de los votos, y la incorporación de nuevos valores e imágenes que pueden enriquecer complementar la expresión del socialismo español de 1993.

P. ¿Es cuestión de marketing, o es que ese comité anuncia, efectivamente, la renovación dentro del partido?

R. Desde luego, pero no como atributo de unas cuantas personas que pudieran autotitularse con ese término. Es un debate pendiente. Quien no quiera ver que la izquierda ahora está perpleja es que no quiere ver el mundo. Alguien ha dicho que es más fácil cambiar de ideologías que de talante. Necesitamos recoger viejas banderas y presentarlas en clave de modernidad y, por tanto, renovarlas, conectar con determinadas épicas y con utopías presentes en la memoria histórica de la izquierda. Ésa es una necesidad igualmente sentida en la actual dirección, sólo que es posible que esa necesidad deba ser expresada ahora por más gente. Yo no creo en el debate aparato-renovación. No creo en esas etiquetas.

P. Lo que sí parece evidente es que el próximo congreso modificará sustancialmente la actual relación de fuerzas en los órganos ejecutivos, que se acabaron las adhesiones formalmente unánimes...

R. El anterior congreso fue un congreso de unidad en el que se impuso la adhesión general. Obviamente, el próximo será distinto, será el congreso del debate interno del socialismo español, de los talantes, actitudes y liderazgos que se expresan actualmente en el PSOE. El corolario lógico es que haya una mayor pluralidad interna.

P. ¿Las conclusiones de la última ejecutiva no han decepcionado las expectativas de quienes esperaban medidas drásticas contra la corrupción?

R. No comparto esa impresión, en absoluto. Por el contrario, me parecen un modelo de equilibrio y acierto político. Para empezar, diré que no sé quién ha determinado que lo que la sociedad española demandaba de esa ejecutiva era una especie de haraquiri colectivo. Más bien creo que lo que la sociedad española demandaba era serenidad y estabilidad política. Eso es lo que se ha hecho, y las conclusiones compatibilizan una respuesta valiente y comprometida en el terreno de la corrupción, del asunto Filesa, con una respuesta dirigida a mantener el edificio del principal partido de este país sólidamente instalado en la sociedad española.

P. ¿Se puede hablar de una respuesta valiente y comprometida cuando la responsabilidad se diluye genéricamente en el colectivo?

R. Es una respuesta valiente y más bien lógica, porque se depuran responsabilidades de personas concretas y porque se anuncia que la concreción de nuevas responsabilidades se hará previa declaración jurídica. De lo contrario, estaríamos asumiendo una especie de responsabilidad universal, dando pábulo a la falacia irresponsable de la corrupción general, a la caza de brujas que se ha desatado injustamente, cuando yo estoy convencido de que el 99% de las decisiones administrativas de los socialistas, desde el último concejal hasta el presidente, son honestas, son limpias y son transparentes.

P. ¿Fiarlo todo a los resultados de la investigación judicial no es dejación de responsabilidades políticas? ¿Por qué no se ha reaccionado con diligencia ante la corrupción?

R. Probablemente porque es la investigación judicial la que nos ha ido mostrando a todos las evidencias. Me atrevo a decir que porque nunca pensamos que las cosas que pudieran producirse tuvieran esa dimensión. Esto no es gratis para nosotros, ésta es una lección que al menos servirá para que los socialistas propongamos un régimen democrático sano y sumamente transparente sobre la base de decir: "Póngame usted lo que quiera que yo haré eso multiplicado por dos".

P. ¿Puede decirse que se ha sacrificado una respuesta más adecuada, una depuración más profunda, en aras, digamos, de esa gobernabilidad, de esa estabilidad?.

R. Ése es un factor que hay que tener en cuenta, pero también hay otros. ¿Por qué vamos a atribuirnos responsabilides que quizás luego judicialmente no se determinen?

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