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LA CRISIS DE LOS SOCIALISTAS

González presidirá un nuevo comite electoral mientras medita el adelanto de los comicios

El secretario general del PSOE, Felipe González, consiguió ayer que, al menos formalmente, su partido asuma "responsabilidades políticas" por el caso Filesa, aunque las individuales hayan quedado en un nivel jerárquico inferior a lo esperado: "He pedido a la ejecutiva que colectivamente asuma la responsabilidad", dijo, y agregó que las responsabilidades "personales" las determinarán los jueces. Felipe González rechazó "una dimisión en bloque" de la dirección porque haría "un flaco favor" al país, aunque reconoció que la sociedad había percibido falta de autoridad en el PSOE por lo que envió "un mensaje de dónde está la autoridad del partido".

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El jefe del Gobierno, con aspeto cansado y haciendo largas pausas no habituales en sus ruedas de prensa, delimitó los dos problemas de los socialistas: las denuncias por corrupción y la lucha interna. "Además de las acusaciones de financiación irregular está el problema de cohesión; y (ligo además, aunque también puede ser consecuencia".A continuación desgranó las propuestas que había hecho a la ejecutiva y que habían sido asumidas por ésta. La primera fue la aceptación de una carta de Guillermo Galeote en la que dimitía de su puesto en la ejecutiva, abandonaba. el escaño de diputado y renunciaba a volver a ser candidato. "Lo mismo ha hecho Carlos Navarro". "Galeote deja claro en su carta que es el único responsable de la financiación del partido y que no se siente culpable de haber cometido algo delictivo".

Expectación frustrada

Se abrió cierta expectación cuando Felipe González dijo: "Pero no me parece suficiente, por lo que la ejecutiva colectivamente debe asumir la responsabilidad". La expectación decayó cuando aclaró que "la dimisión colectiva supondría un flaco favor al país, ya que ello llevaría a un congreso extraordinario y. eso sería muy inconveniente". González tan solo reconoció que podía haber alguna "irregularidad en la contabilidad" del partido.

El secretario general volvió a su tesis conocida de que había que esperar a las resoluciones judiciales y se mostró irritado cuando se le preguntó qué ocurriría si el PSOE resultara condenado. "El PSOE no va a ser condenado porque ni siquiera está encausado". "Este clima es terrible, es difícil. moverse en este clima". Hasta ahora los implicados son los parlamentarios Carlos Navarro y Josep Maria Sala y el PSOE no está personado en el proceso.

Durante una hora -de una a dos de la tarde- González dio cuenta en conferencia de prensa de lo aprobado en la reunión de la ejecutiva federal, que apenas había durado dos horas. El líder socialista concluyó afirmando que su autoridad en el PSOE estaba intacta. Antes de entrar en detalles, hizo una declaración formal sobre lo que, en su opinión, es el principal logro del PSOE durante su mandato. "Este partido lleva diez años contribuyendo al progreso de este país y a que se acostumbre a que es respetado internacionalmente y que se respete a sí mismo".

González reconoció que pensó en promover una comisión parlamentaria que investigue la financiación de los partidos pero que finalmente no lo ha hecho "por responsabilidad" y por la imagen del país. González considera que sería muy negativa la imagen de políticos, banqueros y financieros declarando ante esa comisión.

Después de decir que la ejecutiva no ha aceptado la dimisión del secretario de Organización, Txiki Benegas, "ni de ningún otro" y que había pedido a la ejecutiva "que nadie haga de juez de otro compañero", pasó a los asuntos internos.

En el marco "de los problemas de cohesión interna", anunció la creación de un comité estratégico electoral, presidido por él mismo, en el que se reflejará la cohesión respetando "el resultado del último congreso". No dejó dudas, aunque no lo citó, respecto a que Alfonso Guerra esté en ese órgano. "No quiero que nadie se llame a engaño", llegó a contestar sobre si Guerra estaría en esa comisión.

González negó que haya tenido la tentación de abandonar. "Siempre me preocupa esa especulación porque perjudica al país". La erosión de su autoridad fue reconocida por el propio presidente del Gobierno. Después de señalar que era la primera vez en 18 años de secretario general que sometía unas propuestas a la ejecutiva esperando su refrendo dijo: "Hay que mandar un mensaje claro a la sociedad de dónde está la autoridad del partido".

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