_
_
_
_

"EE UU quiere que tengamos éxito"

Antonio Lacayo, ministro de la Presidencia de Nicaragua, es el verdadero hombre fuerte del régimen de Violeta Chamorro. Defendió desde el inicio una política moderada de entendimiento con los sandinistas, lo que le valió la enemistad de los duros de la UNO (Unión Nacional Opositora), que ganó los comicios de 1990, pero acabó rompiéndose. Lacayo, que aspira a ser en 1996 el próximo presidente de Nicaragua desde una plataforma de centro, cree que con Clinton Estados Unidos apoyará sin vacilar a los que defienden en Managua una política de reconciliación nacional.

Lacayo es optimista. "El Gobierno actual de Estados Unidos quiere que Violeta Chamorro tenga éxito", asegura. Cree que ha terminado la época en la que, desde Washington, se presionaba al Gobierno de Managua para que rompiera con los sandinistas. "Hoy Estados Unidos apoya nuestra política de reconciliación nacional", recalca, al recordar, como prueba de esta buena voluntad, que Washington otorgó el pasado viernes la última partida -50 millones de dólares- de un paquete de ayuda a Nicaragua de 104 millones que había quedado bloqueado."Incluso el presidente Bush estaba convencido de que la estrategia de la reconciliación era la única posible", asegura Lacayo. "Lo que pasa es que se encontraba preso, por razones electorales, del ala más dura de su partido". El ministro de la Presidencia alude así al senador Jess Helms, que encabezó en el Congreso de Washington la ofensiva contra el Gobierno de Managua, acusándolo de debilidad frente a los sandinistas. "Helms llegó a poner en peligro la democracia en nuestro país", afirma con amargura Lacayo. "¿Cómo entender que a Yeltsin se le dé dinero para llevar a cabo una política de reconciliación nacional mientras a Chamorro se le negaba por querer hacer lo mismo?".

"Esta política es la única que permitirá por fin salir de esta polarización que marca la historia de Nicaragua desde su nacimiento como Estado independiente", afirma Lacayo, que explica así su apuesta por una cohabitación a la nicaragüense. Una política que se ha traducido, a pesar de las protestas de los sectores más duros de la UNO, por el mantenimiento del sandinista Humberto Ortega -el hermano del ex presidente Daniel Ortega- a la cabeza de las Fuerzas Armadas.

Desmilitarización

"Lo importante no es la cuota de poder de tal o cual partido, sino que este país camine hacia la paz y la desmilitarización. Hemos pasado de tener el Ejército más abultado de Centroamérica, con 87.000 hombres, a tener el menos numeroso, con sólo 15.000 hombres. El presupuesto militar ha bajado de 177 millones de dólares a sólo 37 millones. Y el papel de Humberto Ortega ha sido fundamental en ello, ya que él tenía la capacidad de liderazgo para hacer aceptar a los militares semejante reducción"."Este ejemplo demuestra las ventajas de una política de entendimiento", prosigue. "Durante decenios, Nicaragua sufrió una especie de movimiento pendular que la llevaba de un extremo a otro, con la exclusión total de los perdedores. Nos dividimos entre liberales y conservadores, somocistas y antisomocistas, sandinistas y antisandinistas. Había que poner fin a esta dinámica".

Lacayo acusa a sus adversarios en el seno de la UNO -encabezados por el ex presidente de la Asamblea Nacional Alfredo César, que aspira a ser el candidato de la derecha en las próximas presidenciales- de querer volver precisamente a los movimientos pendulares del pasado, excluyendo a los sandinistas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

.Estas discrepancias en el seno de la UNO condujeron a una ruptura de la coalición. Hoy, Chamorro y Lacayo tienen en el Parlamento el apoyo de los sandinistas y de los moderados de la UNO, frente a la oposición de los más radicales. Después de una dura lucha entre diputados de la UNO, César fue sustituido, en la presidencia de la Asamblea por un moderado. "El grupo parlamentario de la UNO estuvo dividido desde el principio", asegura Lacayo. "César resultó elegido con el apoyo de los sandinistas y la oposición de parte de la UNO. Pero hoy ha cambiado de bando, ya que está convencido de que, al ser yo el candidato del centro, sólo puede llegar a la presidencia desde la derecha".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_