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Los musulmanes bosnios impiden de nuevo la evacuación de civiles de la sitiada Srebrenica

La jornada resultó un mal día para los representantes de la ONU en Bosnia-Herzegovina. Ni los camiones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lograron arrancar un solo refugiado de la sitiada Srebrenica, pues los mandos musulmanes lo impidieron de nuevo, ni los cascos azules consiguieron sentar a negociar a los generales serbios, croatas y musulmanes. En Nueva York, el Consejo de Seguridad aplazó hasta hoy el reforzamiento de las sanciones contra Serbia, mientras que Clinton comparó despectivamente los esfuerzos diplomáticos de Milosevic con los de Sadam Husein.

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Nueve camiones de ACNUR llegaron a Srebrenica, en Bosnia oriental, a media mañana repletos de alimentos y medicinas. El jefe del convoy, tras arduas negociaciones con los mandos serbios, había arrancado la autorización de éstos para viajar con carga. Una vez en Srebrenica, se repitió la escena del domingo. Las autoridades locales se negaron a permitir la evacuación de un sólo civil.Este primer contingente de refugiados formaba parte de una operación lanzada un día antes por el español José María Mendiluce, máximo responsable de ACNUR en Bosnia-Herzegovina, y que pretende evacuar en diez días a 15.000 refugiados de Srebrenica y aliviar así una situación que ha calificado de "pesadilla humanitaria".

Mendiluce había logrado convencer al presidente bosnio, Alia Izetbegovic, de la necesidad de esta operación para rebajar el número de los asediados en Srebrenica al de los habitantes de esta ciudad antes de la guerra -unos 15.000-, triplicado hoy por la llegada de musulmanes de toda la región que huyen ante el avance serbio.

Antes de negociar con Izetbegovic, Mendiluce había subrayado a EL PAÍS el grave dilema moral que se le presenta: cooperar indirectamente en la limpieza étnica o dejar morir a miles de personas hacinadas en las ciudades sitiadas.

Mendiluce expresó su convicción de que sólo garantías adicionales, como una presencia constante de unidades de combate y observadores de la ONU en la ciudad podría convencer a los mandos militares bosnios de que la evacuación de civiles no supone una ayuda a la finalización de la limpieza étnica en toda Bosnia oriental. Srebrenica es el último bastión musulmán de importancia en esta región.

Los mandos militares bosnios de Srebrenica manifestaron a los responsables del convoy que eran conscientes de que Izetbegovic había dado su consentimiento a la evacuación, pero que ellos no la permitirían ya que "dejaba a la ciudad aún más indefensa".

Las Naciones Unidas sufrieron otro revés al negarse los representantes musulmanes bosnios a asistir a la reunión con los generales serbios y croatas en el aeropuerto de Sarajevo para apuntalar el frágil alto el fuego pactado el 28 de marzo, que ya ha sufrido reiteradas violaciones.

Exigencia musulmana

Los musulmanes enviaron a la cita, que debía ser del máximo nivel, al coronel Fikret Muslimovic. Este intentó leer un comunicado en el que se explicaba que los musulmanes no participarían en la negociación mientras continúen los ataques serbios contra Srebrenica.

Los combates se reprodujeron ayer en varias zonas de los más de 400 kilómetros de frente abiertos en Bosnia-Herzegovina y volvieron a producirse ataques artilleros serbios contra varias poblaciones croatas en la costa dálmata.

En el frente diplomático, la actividad es intensa. El Consejo de Seguridad de la ONU aplazó hasta hoy el estudio de un reforzamiento de las sanciones contra Serbia y Montenegro. Francia insta a adoptarlas con rapidez y EE UU, a través de su presidente, Bill Clinton, compara los esfuerzos diplomáticos de Milosevic con los de Sadam Husein y amenaza a los serbios con fuertes sanciones si no aceptan el plan de paz de Vance y Owen.

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