Litigio en la Galería Nacional checa por la propiedad de 16 'picassos'

El director de la Galería Nacional checa, la primera pinacoteca de Praga, Ladislav Daniel, afirmó ayer que la colección de 30 cuadros cubistas, entre ellos 16 picassos, reclamada por los descendientes de su primer propietario, se quedará donde está ahora. Este primer propietario, Vincenc Kramar, fue un destacado historiador de arte y también uno de los primeros directores de la galería mencionada.

Kramar, miembro del partido comunista, donó esta colección -que comprende 16 lienzos de Pablo Picasso, obras de los franceses André Derain y Georges Braque y de destacados cubistas checos- a la galería en 1960, siete meses antes de su muerte.Los nietos de Kramar comenzaron a reclamar esta colección, cuyo valor asciende a decenas de millones de dólares, en septiembre del año pasado, amparándose en la ley sobre la restitución de bienes confiscados por el régimen comunista. Ellos afirman que su abuelo se vio obligado a donar los 30 lienzos debido a que atravesaba una delicada situación financiera y a que era incapaz de pagar los impuestos que el Estado le exigía por poseer la colección de cuadros. En breve un tribunal decidirá sobre el destino de la colección.

Ladislav Daniel está convencido de que el fallo será a favor de la Galería Nacional checa, ya que, según él, "fue una donación regular y nosotros no retrocede remos ni un milímetro en este sentido. En este caso no se puede hablar de restitución". Afirma también que los cuadros, entre los que se encuentran obras de Picasso como el Autorretrato, El vaso, El violín y La pipa y el tintero, forman parte del patrimonio cultural de la humanidad y que existen documentos que prueban el deseo de Kramar de que la colección pertenezca a una institución pública.

Injusticias

A partir del triunfo de la revolución de terciopelo, que en noviembre de 1989 acabó en la antigua Checoslovaquia con el régimen comunista, se aprobó en este país una serie de leyes cuyo fin era remediar, aunque fuera en parte, las injusticias cometidas durante los más de cuarenta años de existencia del Estado socialista.Entre estas leyes, la más importante es, precisamente, la de restitución de propiedades nacionalizadas, aprobada por él Parlamento en 1991, sobre la base de la cual se están devolviendo a sus antiguos dueños o a sus herederos los bienes que les confiscó el régimen comunista a partir del día de su implantación, el 28 de febrero de 1948.

Esta ley, considerada como la más generosa de las aprobadas en los países del antiguo bloque comunista, abarca también la devolución a manos privadas de un 30% de las colecciones de arte ahora propiedad del Estado.

Especialistas checos en la protección de monumentos históricos y obras de arte advierten ante un incremento brusco de las ventas, sean legales o ilegales, de antigüedades, pinturas y esculturas al extranjero, que amenaza con acabar con el patrimonio cultural de la antigua Checoslovaquia.

Ladislav Daniel confía también en el peso de la opinión pública, que mayoritariamente se muestra a favor de la permanencia de la colección de Kramar en la Galería Nacional. No en vano se han recibido muestras de adhesión de todas las partes del mundo. Por ejemplo, el director del museo de arte moderno Georges Pompidou de París, Dominique Bozo, ha escrito: "Sólo difícilmente me puedo imaginar que semejante colección, escogida con tanto esmero por Vincenc Kramar, ahora, simplemente, desaparezca... Para mí,. una colección tan valiosa tiene sólo un lugar: la Galería Nacional"