Cinco niños y dos mujeres mueren aplastados en la desesperada huida de la asediada Srebrenica

Cinco niños y dos mujeres musulmanes murieron ayer aplastados durante el viaje de 10 horas entre Srebrenica y Tuzla. La histeria se desató en el enclave musulmán de Srebrenica, asedidada por los serbios desde hace casi un año, cuando la muchedumbre tomó por asalto los camiones de la ONU que les ofrecían la posibilidad de huir hacia la ciudad de Tuzla, bajo control musulmán. Miles de personas esperaban el martes por la noche la llegada del convoy de 14 camiones que transportaba ayuda humanitaria a Srebrenica para abordar los vehículos apenas finalizada la descarga de alimentos. Los responsables del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la media docena de soldados del Unprofor que asistieron a los hechos no pudieron controlar la avalancha de los desesperados.

El convoy, que trasladaba a más de 2.000 personas, fue detenido durante dos horas por tropas bosnias en un control próximo a Tuzla tras su salida de Srebrenica. Los musulmanes temen que una evacuación masiva de Srebrenica deje el enclave a merced de las tropas serbias que lo asedian. Finalmente, los refugiados alcanzaron Tuzla.El ACNUR elaboró una lista de prioridades para la evacuación de la población civil del enclave musulmán de Srebrenica, en Bosnia oriental, que preveía la salida de los heridos, enfermos, ancianos, mujeres y niños. Sin embargo, no fue posible poner orden a la evacuación y la tragedia, la segunda en el plazo de dos días, fue inevitable.

El lunes pasado, dos adultos y un bebé de tres meses murieron cuando se rompió la lona del abarrotado camión que les transportaba desde Srebrenica hasta Tuzla. "Esto pasará cada vez que enviemos camiones para la evacuación de civiles, porque la gente está desesperada por salir", declaró ayer el coronel Tricia Purves, oficial británico del Unprofor en Kiseljak.

Srebrenica, una localidad de 20.000 habitantes, ha acogido a más de 30.000 refugiados procedentes de los pueblos circundantes, que escapan de la ofensiva de las tropas serbias. La ciudad no tiene capacidad física ni infraestructura civil y militar para acomodar a tantos refugiados, por lo que muchos están obligados a permanecer al aire libre. "La situación de la población de Srebrenica es absolutamente aterradora", declaró ayer a Radio Nacional José María Mendiluce, delegado del ACNUR en Bosnia.

Peter Kessler, portavoz del ACNUR en Sarajevo, explicó ayer que no se enviarán nuevos convoyes hacia Srebrenica y que la evacuación quedaba suspendida hasta que la presencia de tropas de la ONU garantice que no se produzcan graves incidentes. La última tragedia humana en Bosnia ocurre cuando el alto el fuego, acordado el viernes pasado, se mantiene a pesar de los disparos esporádicos.

Por otra parte, el comandante serbio en Herzegovina, Novak Milosevic, advirtió ayer al batallón español desplegado en esa zona que su proximidad a las posiciones de la artillería croata podría convertirle en blanco del fuego serbio. 'Tos croatas recomendaron al batallón español que se desplegara en la región del puente en Salakovac, cerca de Mostar, para asegurar el paso de los convoyes a lo largo del río Neretva", dice Milosevic, quien asegura que la artillería croata dispara desde allí hacia las posiciones serbias. Milosevic precisó: "Advertimos a los españoles que las tropas serbias tendrán que disparar hacia esta zona si los croatas continúan abriendo fuego desde allí.