Técnica de la sencillez
Renzo Piano ha diseñado coches, barcos, mesas, librerías, escenarios; ha construido viviendas (Cusago, Milán), oficinas (B&B Italia, Aluminia), pabellones expositivos (IBM), estaciones de metro (Génova); ha restaurado fábricas (Schlumberger y Fiat), edificios históricos (la basílica de Palladio, en Vizenza), barrios (puerto de Génova, centro histórico de La Valetta y de Rodas); ha levantado puentes (Kumamoto, Japón), museos (colección Menil, Houston; Amsterdam, Basilea), centros culturales (Pompidou, IRCAM), centros comerciales (Bercy II, París), centros de investigación (Vesima, Novara) o estadios (Palacio de Deportes de Rávena, campo de fútbol de Bari).Sus dos grandes trabajos de ahora se centran en Osaka y Berlín. En Osaka progresa, con el trabajo de 6.000 obreros, el aeropuerto de Kansai, el mayor del mundo, cimentado sobre una isla artificial creada expresamente. La terminal, con capacidad para 42 jumbos, mide 1.700 metros de largo, con un coste de 150.000 millones de pesetas. "Es una infernal máquina de precisión", rubrica. El otro gran proyecto, cuyas obras se iniciarán próximamente, se localiza a lo largo de la zona que ocupaba el muro de Berlín. La superficie a urbanizar ocupa 340.000 metros cuadrados, con edificios como la sede de la Filarmónica, la Biblioteca Nacional o la Pinacoteca Nacional. Entre los arquitectos a los que Renzo Piano ha atribuido edificios en la zona se encuentra Rafael Moneo, responsable de un hotel. Piano no conoce a demasiados colegas españoles. De Bofill dice que hace cosas muy diferentes a las suyas, y comenta: "Me llama mucho a la oficina". Respecto a Santiago Calatrava, cuyo gusto por las osamentas le es concomitante, dice: "Para mí, Calatrava es una persona muy interesante, pero me gustaban más sus primeras obras. Creo que ahora hace cosas demasiado exageradas. Prefiero la sencillez".
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