Envejecimiento y enfermedades
En un año que ha sido proclamado por la Comunidad Europea como el Año de los Mayores, el descenso de la mortalidad y el ascenso espectacular de la esperanza de vida es otro de los grandes indicadores de mográficos objeto de controversia, como ha señalado el economista Marek Okolski, profesor de la Universidad de Varsovia y consultor de las Naciones Unidas y de la CE. "Dentro de poco, Estados Unidos y Europa serán países envejecidos porque van a alcanzar una esperanza media de vida de 85 años", dice el experto polaco.En 1990, la esperanza de vida era de 79 años en Holanda, Suecia, Suiza y en la mayor parte de los países de la cuenca mediterránea, y apenas alcanzaba los 70 años en Turquía y en los antiguos países del Este, incluidos los de la ex Unión Soviética.
Los expertos han puesto de manifiesto en Ginebra que son muchos los factores sociales que se pueden ver afectados por el envejecimiento de la población. Por ejemplo, se considera, de una importancia capital para afrontar el desarrollo de las nuevas empresas y responder al desafío que suponen las nuevas tecnologías, sin olvidar los conflictos potenciales que pueden surgir entre generaciones.
Cambios en la salud
Los años ochenta estuvieron marcados por importantes cambios en relación con la salud : con las causas de mortalidad. Disminuyeron las muertes por infarto de miocardio y por cáncer de pulmón (aunque aumentó otro tipo de cáncer) y se dispararon, sin embargo, las muertes por otras causas, en especial las debidas al sida, que parece haber irrumpido a escala masiva.
"Las campanas contra el colesterol, contra el consumo de tabaco y de alcohol y, en general, todas aquellas campañas encaminadas a llevar una dieta equilibrada con el fin de conseguir una vida sana han dado sus frutos", ha explicado Okolski.
La baja más importante de mortalidad se produjo durante los años ochenta como resultado de las sustanciales mejoras en las condiciones sanitarias de los mayores de 65 años.
No obstante, la principal causa de muerte (a pesar de su disminución) es la enfermedad cardiovascular (el 57%). Los especialistas que han preparado la conferencia de Ginebra no han querido entrar en un tema polémico relacionado con la salud y el envejecimiento de la población: la eutanasia. Se han limitado a dejarla planteada como un problema de ética y de derecho individual en la toma de decisiones de urgencia.
El envejecimiento de la población europea y de Estados Unidos preocupa a demógrafos y dirigentes políticos cuando lo sitúan en el contexto del aumento espectacular de la población, entre otras razones porque los países con una población más joven han comenzado a invadir con un flujo cada vez más intenso de migraciones a los países industrializados, y ello supone la necesidad de adoptar nuevas políticas de integración y de distribución de recursos.
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