La CE rechaza las sanciones solicitadas por Francia contra las importaciones de pescado, pero extremará la vigilancia
Los ministros de Pesca de, los Doce expresaron ayer su grave preocupación por la caída de los precios del pescado en Francia y acordaron ampliar el número de especies sometidas a precios mínimos de importación. No entraron a discutir, sin embargo, las drásticas medidas propuestas por Francia, consistentes en un aumento del 30% de los precios de importación, el cierre del mercado a la entrada incontrolada de pescado blanco del norte y la instauración de medidas de compensación monetarias.Aunque fuentes comunitarias insinuaban ayer tarde que Francia iba a aplicar estas medidas unilateralmente, para apaciguar a los encolerizados pescadores y evitar nuevos disturbios en plena campaña electoral, el secretario de Estado del Mar, Charles Josselin, resolvía pronto esta incógnita en rueda de prensa. "Las medidas aprobadas por el Consejo no están a la altura de las demandas de nuestros pescadores, son insuficientes para enderezar el mercado, pero no son superfluas", dijo Josselin, quien añadió que, si en el plazo de cinco días las iniciativas que pondrá en marcha la Comisión no dan resultado, su país solicitará un Consejo extraordinario.
La crisis del mercado francés del pescado se debe fundamentalmente a la fortaleza del franco, que facilita las importaciones intracomunitarias a precios no competitivos para los pescadores franceses. Inciden también otros factores, principalmente la llegada irregular e incontrolada de pescados rusos a precios de dumping, y en menor medida la bajada de precios de alimentos alternativos como la carne de pollo o de cerdo. Según el ministro de Agricultura español, Pedro Solbes, "la situación en Francia es más grave que la que se planteó en materia de precios en España en otras ocasiones".
La Comisión Europea aprobó las primeras medidas contra las importaciones salvajes el 25 de febrero, aplicando precios mínimos a la importación para cinco especies de pescados blancos (eglefino, bacalao, rape, merluza y carbonero), y extendió posteriormente las medidas a otra especie (carbonero de Alaska). Tras el Consejo de ayer, la Comisión estudiará con urgencia una nueva ampliación de las especies sometidas a precios mínimos.
Quejas británicas
Las medidas urgentes propuestas por Francia fueron acogidas con desagrado por el Reino Unido, que ha solicitó, en cambio, seguridades para sus transportes de pescado por carretera en territorio francés y la reparación urgente de los daños producidos por los pescadores en sus acciones de protesta. El Reino Unido es el único país que votó en contra de la imposición de precios mínimos a la importación el pasado 25 de febrero, pero ahora también sus sindicatos solicitan el cierre de los mercados al pescado ruso.
El Consejo de ayer acordó extremar la vigilancia en los Estados miembros para el seguimiento del régimen de precios de referencia y mejorar la recopilación de datos sobre el comportamiento de los mercados. La Comisión Europea realizará propuestas para controlar mejor los desembarcos irregulares de pescado por parte de barcos rusos y abrirá conversaciones con los países terceros implicados en el conflicto. El Consejo pidió también a la Comisión que prepare medidas estructurales y un mejoramiento de la gestión del mercado.
Los pescadores franceses intentaron organizar ayer una manifestación ante la propia sede del Consejo de Ministros en Bruselas, pero la gendarmería belga bloqueó los autocares que transportaban a los manifestantes, de forma que al edificio Charlemagne llegaron sólo unos escasos centenares, estrechamente vigilados. La policía practicó más de 30 detenciones y confiscó palos y cohetes a los manifestantes.
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