Sociópatas: el limite de la frontera
El psicópata violento es un problema social, no médico", afirma Federico Puente
Los sociópatas deben estar recluidos en instituciones penales", afirma el psiquiatra mexicano Federico Puente, presidente ¿le la Federación Mundial de Salud Mental, el único órgano no gubernamental asesor de la Organización Mundial de la Salud, -a su paso por Madrid. Para Puente, debe quedar claro que la mayoría de los enfermos mentales no son violentos, y que la causa de muchos crímenes que conmueven a la opinión pública hay que buscarla en la injusticia y la marginación en que -viven amplias capas de la sociedad."Hay muchos fenómenos que se malinterpretan como enfermedad mental", afirma el psiquiatra Federico Puente, presidente de la Federación Mundial de Salud Mental, que integra asociaciones de más de un centenar de países. Puente, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, recogió la semana pasada en Madrid el premio anual de la Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Enfermos de Esquizofrenia (AMAFE).
"Es difícil afirmar que la destructividad humana es una enfermedad, pero no seria inadecuado pensar que la violencia es un indicador de la ausencia de salud, mental" afirma Fluente. La tendencia actual, según este psiquiatra mexicano, es la de no considerar a los asesinos psicópatas como enfermos, en el sentido estricto de la palabra. "Hay una gran controversia a nivel mundial sobre este punto", afirma. "Pero, más que un problema de salud, yo creo que es un problema social y hay que afrontarla como tal".
Federico Puente insiste en la necesidad de ser muy cuidadoso a la hora de hablar de enfermos mejatales. "El 1% de la población adulta mundial corre el riesgo de desarrollar una esquizofrenia. Pero muy. raramente los esquizofrénicos son violentos o peligrosos para los que les rodean", explica. Otro caso es el de los psicópatas o sociópatas. "Carecen de una conciencia social, son incapaces de pensar en el prójimo y actúan de forma impulsiva e instintiva", añade.
Una parte de ellos no son recuperables, y los que lo son es tras un tratamiento muy costoso. "Cuando hay una conducta de benevolencia más manejada hacia este tipo de individuos, los resultados son gravemente contraproducentes , continúa Puente. "No pueden estar en libertad, porque representan un peligro para ellos mismos y la sociedad". El lugar adecuado para ellos debe ser una institución médico-penal. "Quizá con los sociópatas, algunos de los errores cometidos en todo el mundo provienen de que muchas de las decisiones en este asunto las toman jueces, basándose en un criterio moral, más que científico", concluye.
Una idea, un deseo, una meta
"Nuestra meta es el logre, de la salud mental para todos en el año 200", afirma Federico Puente. "Desgraciadamente, cada vez vemos el logro de esta meta más lejos". ¿Cuáles son lo S criterios para determinar qué es y qué no salud mental? Tres de los más importantes, según los especialistas, son la capacidad de descansar adecuadamente, la de obtener placer y disfrutar y la de desempeñar una función determinada, sin angustia. "Desde luego, si nos regimos por estos criterios, podemos reducir que un porcentaje muy pequeño de la población se encuentra en, condiciones óptimas", afirma Fluente. Los tranquilizantes tipo valium, para evitar la angustia y conciliar el sueño, figuran, según Puente, entre el segundo y el quinto medicamento más consumido en el mundo. En España, es el primero, por encima de las aspirinas.Puente destaca también la incapacidad de las sociedades de los países en vías de desarrollo, como las latinoamericanas, a la hora de adaptarse a los cambios sociales de la modernidad. "Según estudios realizados recientemente, estos individuos tienen problema para diferenciar elementos mentales consustanciales con la vida moderna. Confunden lo que es una idea, un deseo y una meta. Esto causa problemas con el manejo del dinero y con la organización del trabajo".
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