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El secretario general de Salud considera "repugnante utilizar a los hemofílicos como mercadería política"

El Ministerio de Sanidad y Consumo rechazó ayer las acusaciones vertidas por el Sindicato Médico de Madrid, sobre las responsabilidades de ese organismo en relación con el contagio del virus del sida a hemofílicos españoles. El sindicato basa sus acusaciones en un informe elaborado por la doctora Carmen Echave, ex-diputada centrista.Según sus datos, 1. 147 hemofilicos (el 41%), de los 2.799 registrados en España, contrajeron el sida al ser tratados con hemoderivados importados de EE UU en 1983, fecha en la que aún no se podía detectar la presencia en la sangre del VIH, como EL PAÍS ha informado en varias ocasiones desde 1989.

Sanidad afirma en su nota que hasta marzo de 1.985 no autorizó la FDA, máximo organismo sanitario en EE. UU, los reactivos destinados a ese fin. Dos meses más tarde, mayo de 1985, se hizo obligatorio en España el control del plasma para hemoderivados, anticipándose en varios meses a otros países de la CE. Los productos elaborados con plasma no testado fueron destruidos ante inspectores farmaceúticos.

Un tema gravísimo

Marcos Peña, secretario general de Salud, manifestó ayer su malestar por la alarma social creada. "El problema de los hemofilicos con sida es un tema gravísimo que hay que solucionar; me parece repugnante que sean utilizados como mercadería política", dijo Peña.Carmen Echave rechazó estas manifestaciones. "Los médicos no hacemos temas electorales", dijo. Según Echave, "un laboratorio intentó en 1983 retirar productos contaminados y sólo pudo hacerlo con un 20%". El PP, por su parte, ha anunciado que presentará una pregunta urgente para que el Gobierno explique sus responsabilidades.

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