El sol de los mayas ilumina el Planetario
El Planetario de Madrid estrenó ayer un programa de divulgación científica. Se trata de un recorrido por la astronomía de los pueblos americanos precolombinos; explica cómo vieron el universo aquellas culturas. El programa, Terra incógnita, ha sido elaborado en colaboración con el Planetario de Nueva York, que ofrece a sus visitantes una versión muy similar a la madrileña.
El cielo se mueve, como marca el guión, en el proyector de estrellas del Planetario; y los dibujos ilustran lo que el ojo inexperto no descubre. Entonces resulta fácil comprender por qué un edificio maya. está orientado al Este o cómo utilizaban las culturas desaparecidas construcciones aparentemente misteriosas. Sobre el fondo estrellado de la bóveda del Planetario aparece el relieve geográfico que sirvió, y sirve, para observar y calcular el movimiento de las estrellas o del Sol a lo largo del año.
Terra Incógnita es un montaje audiovisual de tres cuartos de hora que utiliza 70 proyectores de diapositivas, dibujos y efectos especiales. Su objetivo es explicar cómo y por qué los pueblos precolombinos construyeron edificios y calles de orientación precisa, clavaron postes en la tierra o marcaron rocas para medir el universo, para saber cuándo empezaba la época de las lluvias o el periodo de la siembra.
"No pretendemos que la gente se aprenda una lección de astronomía, sino que tenga una idea de que existieron unas civilizaciones con una cultura astronómica muy avanzada", comenta Asunción Sánchez, directora del Planetario y guionista de Terra Incógnita. "Los sacerdotes-astrónomos de estos pueblos hicieron cálculos muy precisos y es sorprendente, por ejemplo, que fueran capaces de calcular el ciclo de 584 días del planeta Venus con un error de sólo dos horas respecto a la medida conseguida por los científicos de hoy en día", continúa. El programa ha sido producido por el Planetario de Madrid -con subvención de Iberdrola- en colaboración con el de Pamplona y el de Nueva York. En Madrid va a proyectarse durante 1993.
Efectos de lluvia, cielos en llamas o constelaciones en la Vía Láctea van apareciendo a lo largo de Terra Incógnita sobre la bóveda de la sala del Planetario de Madrid llena de estrellas. Y Asunción Sánchez define el espectáculo: "Es el cielo exacto".
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