El Sindicato Médico de Madrid acusa a la Administración del alto porcentaje de hemofílicos seropositivos
El Sindicato Médico de Madrid acusó ayer al Ministerio de Sanidad del alto porcentaje de hemofilicos españoles que son seropositivos. Según Manuel Fernández Vega, presidente del colectivo médico, y Antonio Rivas, secretario, de los 2.799 hernofilicos existentes en España, 1.147 son seropositivos, lo que significa un porcentaje (le casi el 41% de las personas que padecen hemofilia, una enfermedad hereditaria para cuyo tratamiento se necesitan transfusiones de plasma.Los responsables médicos, que han pedido a los grupos parlamentarios que promuevan iniciativas para proteger a los afectados, precisaron ayer que en España se han detectado 417 casos de hemofilicos que han contraido el sida, frente a los 1.891, cifra que revela que aproximadamente la cuarta parte de los hemofilicos seropositivos de Europa son españoles.
Ocultar datos
Ambos médicos, que ofrecieron una rueda de prensa junto a Carmen Echave, también miembro del sindicato, acusaron a la Administración de ocultar datos sobre la incidencia de la patología, y lo atribuyeron a un intento de evitar la alarma social.Los representantes del Sindicato Médico de Madrid aseguraron que la Administración conocía los riesgos de presencia de anticuerpos de sida cuando adquirió en Estados Unidos en 1983 una partida de hemoderivados, y que hasta dos años después no reguló sin embargo las precauciones, aunque sí sobre sífilis y hepatitis B.
También se mostraron escépticos sobre las informaciones emitidas por el Ministerio de Sanidad respecto a la retirada de hemoderivados por valor de 200.000 millones de pesetas en 1985, y tras denunciar que los hermofilicos que han resultado infectados con anticuerpos del sida reciben actualmente una pensión de 20.000 pesetas mensuales, reclamaron para esas personas una tratamiento digno y definieron el problema como un asunto "de Estado", que no puede ser tratado únicamente desde la Fundación Reina Victoria Eugenia, gestionada por el Ministerio de Sanidad.
El ministerio fue acusado por Carmen Echave de autorizar a producir gammaglobulinas con plasma sanguíneo no testado, es decir, no apto para transfusiones. El sindicato aseguró que la mitad de los hemofilicos españoles son gitanos, afectados por dificultades económicas que hacen mayor su indefensión.
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