El embargo desmorona la economía serbia
MIRJANA TOMIC El régimen serbio ya no puede ocultar las consecuencias del embargo internacional a que está sometido: un vertiginoso declive económico la pauperización generalizada y el ascenso de la criminalidad.
"Sólo un aparato estatal corrompido puede tolerar tanta economía negra", opina Ivan Maksimovic, cabeza del Consejo Económico del Gobierno serbio. El presidente, Slobodan Milosevic, prometió que el embargo, aprobado en mayo, duraría unos meses y tendría escaso efecto.
El negocio con las divisas es la única actividad económica en expansión. El precio sube diariamente, a veces, un 100% en una semana. Los cambistas callejeros son la única fuente segura de dinares. Los bancos estatales no tienen. Los ciudadanos venden los últimos ahorros en moneda fuerte. Los comerciantes convierten sus ganancias diarias en marcos. El dinar no vale nada. Las empresas privadas y estatales buscan desesperadamente las divisas para comprar los productos deficitarios. La inflación alcanzó un 100,6% en enero; las previsiones para febrero son de un 200%.
El Estado imprime billetes para pagar a 1,2 millones de pensionistas y más de 800.000 obreros en vacaciones forzosas, eufemismo para el paro por el cierre de fábricas. Belgrado prohíbe el despido mientras duren las sanciones.
Negocios ilícitos
Unas 750.000 personas buscan empleo. Sólo lo hay en dudosos negocios privados de compra-venta de gasolina, tabaco u otro producto importado pese al embargo. Un 5% de la población se enriqueció con negocios ilícitos. Para el resto, el poder de compra cayó un 50% el año pasado. El salarlo mínimo de unas 3.500 pesetas apenas alcanza para comprar el pan. Un tercio de la población no tiene siquiera ese ingreso mínimo.
Profesores y maestros, cuyos salarios llegan con uno o dos meses de retraso, proporcionan datos alarmantes sobre el éxodo masivo de los profesionales hacia Occidente. El ultranacionalista Vojislav Seseli exige los mismos salarios para todas las profesiones, "para distribuir equitativamente el costo de las sanciones". Las colas para solicitar visados o comprar pasaportes tercermundistas son enormes. La inflación en 1992 fue de un 19.000%. La producción industrial cayó un 35%. La tesorería anuncia que el abastecimiento de papel para imprimir los nuevos billetes se acaba en junio.
[Armas y municiones han aparecido a bordo del buque croata Vela Luka, cargado de 117 toneladas de explosivos, cuya inspección se inició ayer en Trieste. El barco había sido capturado como sospechoso de violar el embargo el 4 de febrero por la fuerza conjunta de la OTAN y la UEO que patrulla el Adriático.]
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