El pacto del País Vasco provoca graves diferencias entre Redondo y Gutiérrez

El pacto de unidad de acción firmado en el País Vasco hace unos días por ELA-STV, Comisiones y LAB, del que se ha autoexcluido UGT, está provocando graves discrepancias entre el líder ugetista, Nicolás Redondo, y el de CC OO, Antonio Gutiérrez. La razón es que ese pacto consiste en una campaña de movilizaciones para pedir demandas que UGT no comparte: reclamar la transferencia de la Seguridad Social y del Inem a la comunidad autónoma vasca, crear el banco público vasco y luchar contra los pactos nacionales.Entre esos pactos nacionales está el convenio general de la construcción y el acuerdo sobre formación profesional ocupacional que ELA-STV ha recurrido en los tribunales. A su vez Comisiones Obreras de Euskadi pleitea con Comisiones de la construcción por haber firmado el pacto que permite la derogación de las ordenanzas laborales.

Redondo ha hecho casus belli de los convenios generales y de esa forma lo ha tratado con Antonio Gutiérrez y con José Elorrieta, líder de ELA, en varias reuniones mantenidas hasta ahora en la más absoluta discreción. En ellas no han logrado ninguna aproximación y dirigentes ugetistas aseguran que esos contenciosos pueden suponer "riesgo de ruptura entre UGT y CCOO" y un alejamiento casi definitivo entre UGT y ELA.

A todo eso se unen otros puntos de discrepancia, como el acuerdo sobre elecciones sindicales alcanzado entre las confederaciones de Comisiones y UGT, al que también se opone ELA.

El planteamiento del sindicato vasco, al que se suma la organización de Comisiones en la comunidad, es que los pactos deben excluir de su ámbito de aplicación a Euskadi. Y ello es origen de la auténtica batalla frontal que se está dando en los sectores, salvo en la banca donde no encuentran una patronal que les secunde en sus objetivos de lograr acuerdos propios.

José Elorrieta argumenta que los pactos ganerales "mediatizan de manera sustancial los ámbitos de territorios históricos" y cree que no es posible una unidad estable con una organización que pretende cercenar esos ámbitos. En relación a la transferencia de la Seguridad Social, el hecho de que el Tribunal Constitucional haya avalado "la caja única y solidaria" no le convence. "Los nacionalistas", afirma, "tenemos un optimismo que llega más allá de la legislación vigente" y puntualiza que habla de utilizar vías democráticas".

Las dificultades que se está encontrando la UGT vasca son enormes y su secretario general, Josu Frade, asegura que les están obligando a hacer "un sindicalismo de resistencia". El apoyo que están encontrando en Nicolás Redondo es total, porque procede de esa unión territorial y le es muy querida por razones obvias. Un problema añadido que se encuentran los ugetistas vascos es el pacto firmado por UGT del metal para la siderurgia, que avala el plan laboral sin haber amarrado las inversiones ni la construcción de la miniacería de Altos Hornos de Vizcaya. Por ese pacto les han acusado de "traidores" en la fábrica.