Un convoy de la ONU logra llevar ayuda humanitaria a Zepa, en el este de Bosnia
Diez camiones cargados con ayuda humanitaria entraron ayer a Zepa, enclave musulmán en Bosnia oriental. El convoy fue bloqueado durante una semana por el Ejército serbio. Ha sido el primero que alcanza su destino tras la orden del secretario general de la ONU, Butros Gali, de proseguir con la entrega de la ayuda humanitaria. Ayer, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció en Ginebra que está reanudando todas sus operaciones en territorio bosnio, tras recibir garantías de las partes en conflicto de que no serán bloqueados los convoyes de distribución.Si Zepa recibió ayuda, Gorazde, otro enclave musulmán en Bosnia oriental, permanece en cambio sin ella. Ante la imposibilidad física de que los camiones circularan por el camino que lleva a esta localidad, ACNUR decidió dirigir todos los vehículos hacia Zepa, en espera de que las unidades de ingeniería de la ONU limpien la carretera de nieve y minas.
Tampoco pudo ser reanudado el suministro de la ayuda humanitaria internacional en Sarajevo. Mustafá Pamuk, el presidente del consejo municipal de la ciudad, aseguró que examinaría "seriamente" la petición del presidente bosnio, Alia Izetbegovic, de poner fin al boicoteo de la distribución de la ayuda humanitaria en la capital bosnia, en nombre de la solidaridad con los musulmanes de Bosnia oriental.
Izetbegovic solicitó a Washington que organice la entrega de la ayuda desde el aire, tal como se hizo con los refugiados kurdos en el norte de Irak. Estados Unidos y Gran Bretaña están precisamente estudiando la constitución de un puente aéreo para lanzar en paracaídas víveres sobre los pueblos del este de Bosnia. Los portavoces de las fuerzas de la ONU en la antigua Yugoslavia, sin embargo, consideran que una acción de este tipo sería difícil de materializar, debido a la configuración del terreno y la desconfianza entre las partes beligerantes.
En el plano bélico, la situación fue ayer de relativa tranquilidad en Sarajevo, después de la decisión de la presidencia bosnia, anunciada la víspera, de decretar un alto el fuego unilateral. Mientras tanto, en Skopje, la capital de Macedonia, proseguían ayer por segundo día los enfrentamientos entre la policía y la población del barrio obrero de Dordje Petrov, que protesta por la construcción de unas viviendas destinadas a los refugiados musulmanes de Bosnia.
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