La nueva planta de reciclado 'resucitará" un 13% de la basura que produce Madrid
Un 13% de las 3.600 toneladas de basura que producen los madrileños podrá ser útil de nuevo una vez clasificada y recuperada en la planta de tratamiento integral de residuos inaugurada ayer en Valdemingómez (Vallecas). La instalación, aunque sólo tiene capacidad para absorber un tercio de los desechos de la ciudad, evitará que el vertedero se nutra de medio millar de toneladas diarias de residuos. La cifra se duplicará cuando se acabe la cuestionada incineradora, cuya construcción ha retrasado el Ayuntamiento por problemas económicos.
Ni ecologistas ni vecinos cabreados. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, inauguró ayer la nueva planta de tratamiento integral de basuras de Valdemingómez acompañado por un centenar de técnicos y ejecutivos de la empresa que gestiona la instalación. No hubo protestas porque tampoco había incineradora. El elemento más polémico del complejo, que deberá quemar la basura, que no pueda recuperarse o ser convertida en abono, aún no ha empezado a construirse.La incineradora no comenzará a funcionar hasta al menos dentro de dos años, a pesar de que la previsión inicial era que estuviera acabada a Finales de 1993. Según el Ayuntamiento, la razón del aplazamiento es meramente económica. Ha dado un respiro a la empresa constructora y concesionaria, Dragados y Construcciones, para que empiece a amortizar su inversión, cercana a los 12.000 millones de pesetas, poniendo en producción parte de la planta. En ella se tratarán diariamente unas 1.200 toneladas de basuras, un tercio de las que produce la ciudad.
La parte de la instalación que se pone en marcha ahora servirá para recuperar chatarra, papel, cartón, plástico, aluminio y vidrio, y fabricar abono con la materia orgánica. Un 9,5% de la basura volverá así al proceso productivo y un 30% será transformado en abono. El resto, a falta de la incineradora, deberá depositarse en el vertedero de Valdemingómez, situado a unos centenares de metros de la planta. El material recuperado representa un 13% de la basura total que se recoge en Madrid.
Sin la polémica incineradora, la concejalía de Medio Ambiente no puede cumplir su objetivo -de disminuir drásticamente los desechos que se depositan en el vertedero, cuya capacidad es limitada. Actualmente, tres cuartas partes de la basura se acumulan en montañas en Valdemingómez. Cuando, en unos dos meses, la planta de tratamiento esté a pleno rendimiento, se conseguirá reducir ese porcentaje al 64%, aún lejos de las aspiraciones municipales. Con la incineradora, sólo acabaría en el vertedero la mitad de la basura de Madrid.
Combustible para quemar
Pero estos datos, que alientan a la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, no convencen a los vecinos de Rivas-Vaciamadrid (población situada a pocos kilómetros del complejo) ni a los ecologistas. La asociación Aedenat criticó ayer que la planta "es una instalación que prepara combustible para la incineradora y supone una grave amenaza para la salud, además de un elevado coste".
El Ayuntamiento reconoce que el sistema elegido para tratar la basura es caro. La, venta del material recuperado, del abono o de la electricidad que producirá la incineradora sólo compensará una mínima parte del coste del tratamiento, cifrado en 1.753 pesetas por tonelada. El municipio tenía previsto abonar a la empresa concesionaria 2.810 por tonelada, un 155% más de lo que paga ahora por llevar la misma cantidad, sin tratar, al vertedero.
Además de la instalación inaugurada ayer, Madrid tiene otra planta que trata 500 toneladas de residuos diariamente. En ella se seleccionan también materiales recuperables y se fabrica. abono con la materia orgánica. Además, otras 2.000 toneladas de basura pasan cada día por otra instalación en la que se trituran los desechos después de separar los metales y los plásticos de alta densidad.
Según el Ayuntamiento, se tiran directamente al vertedero 300.000 toneladas anuales de metales, 600.000 de vidrio, 2.000.000 de papel y 5.500.000 de materia orgánica. En Madrid apenas se hace separación en origen de los desechos. Excepto la recogida de vidrio, que está extendida por toda la ciudad, sólo existen contenedores especiales de papel en algunos puntos de ocho distritos. Además, según los técnicos, éste es el mejor sistema para reciclar el papel, ya que el que se tira a la basura es difícilmente recuperable.
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