El compacto entierra al elepé y suaviza la crisis de la música grabada en España
En 1992 se vendieron 52 millones de discos, por valor de 62.000 millones de pesetas
La música grabada es un inmenso mercado que en 1991 vendió 2.848 millones de ejemplares en todo el mundo, por valor de 25 billones de pesetas. De estas ventas, el 45% correspondió a las casetes pregrabadas, el 38% a los discos compactos y sólo el 5,4% a los elepés. Con dos años de retraso y la crisis encima, la venta de discos en España (que apenas representa el 2% del total mundial) comienza a seguir la tendencia que entierra al elepé y entroniza al compacto como soporte rey. En 1992 se vendieron en España un total de 52,4 millones de discos, por valor de 62.000 millones de pesetas.
Los temores que apuntaban hacia una disminución de las ventas de música grabada en España en 1992 se han confirmado. El aumento del compacto respecto a 1991 (un 52%) no ha sido suficiente para aguantar la crisis, aunque la ha suavizado: las ventas totales de casetes, compactos y elepés han disminuido un 3,6% y su valor monetario un 4,1%. Por vez primera desde que hizo su aparición en España en 1986, el compacto supera al elepé (en 1992 disminuyó un 42%), que comienza una larga carrera hacia el adiós definitivo. "En 1993, el compacto será el número uno porque, como en los libros de bolsillo, ya hay series baratas y el precio ha dejado de ser un problema", afirma Carlos Grande, gerente de la Asociación Fonográfica. y Videográfica Española (AFYVE), que representa a las empresas discográficas españolas.Al consumidor español le ha costado aceptar el disco compacto, pero camina lentamente hacia la equiparación con los países más desarrollados, en los que el elepé ha desaparecido prácticamente del mercado.
" El elepé está teniendo en España una muerte digna", dice Carlos Grande. "Ha desempeñado un papel muy bonito en la música y el consumidor le tiene cariño. Estamos hablando todavía de ventas millonarias y pocos países pueden decir esto. En Francia se vendieron sólo 250.000 unidades en 1992.
En Japón -cuna del compacto y segundo mercado mundial con unas ventas totales de música grabada de 432 millones de ejemplares por valor de 343.500 millones de pesetas (sólo superadas por Estados Unidos con 795 millones de unidades y 783.400 millones de pesetas)-, el disco compacto representa el 70% del mercado mientras el elepé se limita a un anecdótico 0,2%. España aún está lejos de estos porcentajes, y en 1992 los discos compactos representaron el 38% del mercado nacional, mientras los elepés absorbieron el 17%.
Por primera vez, la casete ve peligrar su reinado y en 1992 sus ventas en España se han igualado a las del compacto al disminuir un 8,2% respecto a 1991. Una reducción que, junto a la caída del elepé, coloca al mercado español de la música grabada en una difícil situación. "La industria discográfica no se puede separar del resto de la economía", afirma Carlos Grande. "Nadie ha dejado de oír música y ha aumentado la copia privada para satisfacer la necesidad de escuchar sin comprar. Hasta que no se recupere la economía en el mundo, no se venderán más discos. En esta ocasión no es un problema de falta de creatividad ni de ausencia de talentos nuevos".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.