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La batalla permanente

Una investigación relaciona las citoquinas con la fatiga crónica

"Uno de los mayores problemas respecto a la fatiga crónica ha sido la arrogancia de los médicos". Benjamin Natelson, responsable de esta afirmación, desarrolla su trabajo en el Centro de Estudio de la Fatiga Crónica del Veterans Affairs Hospital of East Orange, en Nueva Jersey (EE UU). Como él, cada vez más investigadores creen que la fatiga crónica es una dolencia real y que Ios pacientes no mienten", afirma Stephen E. Straus, director del centro médico de virología del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Bethesda. Esta agencia financia los tres millones de dólares de una investigación sobre el tema en Nueva Jersey, Massachusetts y Colorado.

Una hipótesis aceptada por los investigadores es que la fatiga crónica es el resultado de una actividad anormal de las citoquinas. Se ha visto, por ejemplo, que cuando se inyectan citoquinas (unas células del sistema inmunitario humano que han sido aisladas y convertidas en medicamentos para combatir el cáncer y otras enfermedades) en personas sanas, se sienten cansadísimas, exactamente como los pacientes que sufren fatiga crónica."El síndrome, que comienza con síntomas semejantes a los de la gripe hasta llegar al agotamiento, que puede durar años, sigue siendo un profundo misterio. Los médicos no conocen la base molecular de la fatiga de una persona cualquiera, y mucho menos de una persona con problemas crónicos", afirma el doctor Stephen E. Straus. "Cuando un paciente dice que siempre está cansado y los médicos no encuentran una causa, entonces le dicen que el problema está en su cabeza".

"Se pueden encontrar infinidad de disfunciones en esos pacientes", ha afirmado, "incluyendo el debilitamiento de las células asesinas naturales, un elevado número de anticuerpos a virus infantiles e indicios de complejos hormonales que debilitan el sistema inmunitarlo". "Pero lo que no sabemos es a qué responden esos cambios o cómo comparar a esos pacientes con personas sanas o con pacientes que sufren otras enfermedades en las que uno de los síntomas es la fatiga".

Tono nervioso

En el Centro de Nueva Jersey se ha encontrado una posible forma de hacer el diagnóstico de los pacientes con fatiga crónica. Prestando atención a la gente, Sue Ann Sisto, una terapeuta de este centro, se ha dado cuenta de que los pacientes respiran con la parte superior del cuerpo, en vez de con el vientre y el abdomen, como hace mucha gente. Otra prueba realizada ha demostrado que los pacientes con fatiga crónica tienen un tono nervioso anormal, es decir, que el nervio principal que debería acompasar la respiración con el ritmo del corazón no realiza bien esta función. Sus corazones no tienen un compás normal."Esto es una muestra evidente de que algo no funciona en esos pacientes", declara Natelson. "Parece como si sus cuerpos tuvieran una forma extraña de conservar la energía".

En el Centro para la Fatiga Crónica de Brigham y en el Hospital de Mujeres de Boston, el doctor Anthony Komaroff está estudiando la hipótesis sobre las citoquinas. Se supone que la enfermedad derive de la reactivación de virus infantiles.

Cuando un virus prolifera, el cuerpo responde liberando una gran cantidad de citoquinas, las células que amplifican el sistema inmunitario para entablar una batalla con el agente invasor, afirma Komaroff. "Estamos acostumbrados a pensar que uno se siente mal porque el virus está atacando las células. Pero no es verdad. Uno se siente mal porque el cuerpo está dando una respuesta y uno se encuentra en medio de la refriega. Cuando las citoquinas dan en el blanco, también nos hieren a nosotros".

Ataque

"Durante el ataque, la persona se siente agotada y para conservar la energía uno se desploma en la cama", afirma Komaroff. "Mientras tanto, las citoquinas alteran el metabolismo del hígado y descomponen literalmente los músculos humanos para obtener proteínas"."Es más eficaz reciclar el propio cuerpo que comer", afirma. "Hay que acostarse. La batalla llega a su ápice. Finalmente, el sistema inmunitario limpia el cuerpo de virus. El ataque ha terminado". "En los pacientes con fatiga crónica, esto no sucede", afirma Komaroff. "Están en una batalla permanente, quizá porque el sistema inmunitario no puede remover los virus. Es probable que sea un virus latente que se deja ver lo suficiente como para entablar un combate, pero que se esconde tan bien que el cuerpo no puede destruirle".

"Una de las quejas de los pacientes con fatiga crónica es que sienten frío y no pueden dormir. Otra queja es la incapacidad para concentrarse. 0 que sus músculos se cansan con facilidad", afirma el doctor Jones. Otro aspecto concierne a las alergias, según afirma Jones. El 70% de los pacientes con fatiga crónica las padecen, comparados con el 25% de la población general. Se están realizando pruebas para comprobar cómo responden las células inmunitarias de las personas a las alergias comunes.

Copyright The New York Times.

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