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Alberto Corazón, de 50 años, se presenta como escultor en Arco 93. Diseñador y pintor, mantenía en secreto su actividad escultórica de los últimos seis años y sólo este verano, tras encerrarse en una nave industrial con sus materiales, decidió enseñarlo a sus amigos, Simón Marchán y Valeriano Bozal los primeros. Es el artista que incorpora Gamarra y Garrigues, de Madrid, a la presente edición. El 4 de marzo, la galería exhibirá unas 30 piezas de diversos tamaños.Madera, plomo y acero cortén son los materiales utilizados en un repertorio de formas. Frente al mundo del diseño, "más funcional y reflexivo", Corazón se enfrenta a la escultura "con mucha más densidad conceptual y con unos argumentos cercanos al sueño". Juega con la luz, la intimidad del espacio y la naturaleza.

" Creo que mis obras tienen una capacidad de comunicación y sugerencia, no una actitud contemplativa. No me interesan tanto los escultores contemporáneos como la escultura antigua. Estoy más cerca de un museo arqueológico que de arte actual", declara. Para forzar una definición, Corazón se considera "un posminimal con mayor carga simbólica".

Valentín Vallhonrat, de 36 años, es uno de los fotógrafos, junto con Gabriel Cualladó y Rafael Navarro, que han sido seleccionados por Myriam de Liniers para realizar el recorrido fotográfico de Arco 93. La colección de 129 fotografías de esta iniciativa surgida en 1989 se expone estos días en el palacio de Revillagigedo, de Gijón, con las primeras firmas de la fotografía internacional.

Manipulación

Vallhonrat está realizando un "desarrollo temporal" de la feria, por lo que ya colocó sus cámaras con el pabellón de cristal vacío y luminoso. Va a hacer una "reflexión conceptual" en donde los aspectos de instantaneidad y manipulación estarán en la base de un trabajo con especial tratamiento en las imágenes, que serán sometidas a un envejecimiento rápido. Una visión frontal del paso del tiempo, sin que el fotógrafo dramatice el instante. Una reflexión sobre el paso del tiempo, sin emociones, asegura el fotógrafo.

Antoni Miralda, de 50 años, no sabía muy bien por qué estaba en la feria, para ver amigos quizá, pero aseguraba que dentro de unas horas volaba a Nueva York. Tras la dedicación de años a la luna de miel entre las estatuas de la Libertad y la de Colón, cuyo proyecto enseñó en la Bienal de Venecia de 1990, no presenta obra en Arco 93, salvo su participación en el proyecto Fars 93 de Ibiza y Formentera.

"La realización de este proyecto no ha sido autorizada por la Administración central". Este letrero advierte del resultado final del proyecto de intervención en cuatro faros de Ibiza y Formentera por parte de los artistas Antoni Miralda, Josep Guinovart, Wolf Vostell y Leo Irriguible. Las maquetas, dibujos y fotomontajes originales se exponen en la caseta de Sa Nostra Centre de Cultura, de Palma de Mallorca, situada en la entreplanta.

El proyecto estaba avalado por Sa Nostra Caixa de Baleares, Ayuntamiento de Ibiza, Consejo Insular de Ibiza y Formentera y la Universidad de las Islas Baleares, pero la "Administración central" consideró que podía alterar la navegación.

Los cuatro artistas actuaron sobre faros reales, cuya situación y realización se comenta en un vídeo en varios idiomas. El proyecto se ha iluminado en varias ocasiones, incluido el pabellón de Baleares en Sevilla 92, antes de su ya imposible realización , prevista para este verano. Los organizadores buscaban destacar la imagen de los faros con "grandes creadores del espectáculo plástico".