La Diputación de Valencia no pagará las deudas de la anterior empresa del coso con ocho toreros

La Diputación de Valencia no pagará las deudas contraídas con los toreros por la anterior empresa del coso valenciano, afirma Josep Bressó, Diputado-Presidente de Cultura y Espectáculos de la mencionada corporación. "No podríamos hacer frente a este gasto, aunque quiséramos, porque es ilegal" manifiesta el diputado a EL PAÍS. Valencia Taurina, SA, cuyo consejero-delegado es Luis Álvarez (a su vez, apoderado de César Rincón) y gerente del matador de toros retirado Andrés Hernando, gestionó la plaza hasta julio de 1991 y dejó a deber unos 20 millones de pesetas a ocho matadores de toros.

Los toreros acreedores son Espartaco, Ortega Cano, Ruiz Miguel, Roberto Domínguez, Litri, Víctor Mendes, Fernando Lozano y Juan Carlos Vera.Los presuntos incumplimientos del pliego de condiciones y deudas contraídas por Valencia Taurina, que había obtenido por concurso dos años antes la gestíón de la plaza -propiedad de la Diputación-, pusieron en peligro el normal desarrollo de la temporada de 1991, hasta el punto de que un día antes de la fecha anunciada para el comienzo de la Feria de Julio, no se sabía si ésta llegaría a celebrarse. La corporación decidió entonces dar por terminado el contrato, nombró gerentes a José Barceló y Emilio Miranda -ambos muy acreditados y con larga experiencia empresarial-, se hizo cargo de los compromisos adquiridos por Valencia Taurina con los toreros y ganaderos anunciados, y asumió las pérdidas de la feria, que pudo celebrarse en su totalidad.

Mientras tanto, los subalternos venían reclamando a la empresa las cantidades que ésta había ingresado en concepto de derechos de transmisión televisada de diversas corridas, y la Diputación también suplió esta deuda, si bien la unió a la denuncia que en su día presentó contra Valencia Taurina, por incumplimientos del pliego de condiciones e impagos.

Los matadores no cobraron los honorarios que les debía la empresa, a pesar de sus reiteradas reclamaciones, y exigen ahora que se haga cargo de la deuda la Diputación, en su calidad de propietaria y, actualmente, también gestora de la plaza de toros. La Comisión Mixta de Seguimiento y Arbitraje del Convenio Nacional Taurino, en la que están representados todos los profesionales de la fiesta, acordó el pasado jueves vetar el coso si antes del próximo febrero no ha hecho efectivo el pago de todos los honorarios que se adeudan.

La Feria de las Fallas de marzo, cuyos carteles ya han sido anunciados, corre peligro de suspensión, pero Josep Bressò confía en que este problema tendrá solución. Y comenta: "Mi propósito es entrevistarme con los toreros y hacerles comprender que no podemos asumir esta deuda ajena, pues la ley lo prohíbe. Los toreros cuentan, en cambio, con la garantía de nuestra seriedad, y saben por experiencia que cumplimos escrupulosamente todos los términos de los contratos, naturalmente empezando por los honorarios".

La Diputación presupuesta 500 millones de pesetas para la actual temporada, que es la de mejor programación en los últimos años. Incluye las Ferias de Fallas y de Julio, un incremento de espectáculos desde abril a octubre en la plaza de Valencia, novilladas en poblaciones de la comunidad con participación de alumnos de la escuela taurina, y el mantenimiento de este centro, al que asisten cerca de 80 aspirantes a toreros.

Este es el planteamiento de la temporada que ya ha aprobado la Diputación, mientras la organización concreta de cada espectáculo corresponde a los gerentes, que cuentan con total autonomía.